El tarot de Zaida González: «El Diablo es el creador, por eso elegí a mi hermano Jorge»

Por Héctor Muñoz

Zaida González se encargó personalmente de cada detalle de la exhibición en la Perrera Arte. Pintó los tabiques donde iba a disponer las fotos de “El juicio final, el tarot trans”, ordenó con cuidado los numerosos accesorios que completaban la instalación, afinó con los protagonistas la performance inaugural y, cuando solo faltaban 24 horas para la apertura de la muestra, se enteró de la repentina muerte de Cuchillo, su gato cómplice y regalón.

“Realmente esta exposición ha sido una catarsis, una cosa del destino”, reflexiona la fotógrafa nacional, quien, rodeada de amigos y conocidos, debió hacer esfuerzos para no llorar durante la presentación de su trabajo. “Cuchillo era uno de mis modelos, era mi gato amado, era mi luz, mi alma, mi todo. Estas horas han sido muy especiales, muy fuertes, estoy con toda la carga del tarot, de la gente que vino a ver mi trabajo y con la pena por la pérdida de Cuchillo, a quien por suerte, gracias a la comprensión de Antonio Becerro, pudimos enterrar acá, detrás de la Perrera”, cuenta Zaida González.

La inauguración estuvo llena de simbolismos y un ambiente de respeto conectó a los invitados. Para la fotógrafa no era una muestra cualquiera. “Me costó tres años hacer este trabajo. Este es un proyecto Fondart que me gané en 2015, que yo había desarrollado de una cierta forma y que no se pudo hacer. Lamentablemente pasaron muchas cosas en estos tres años: enferma mi hermano (el líder de Los Prisioneros, Jorge González), luego enferma mi madre y me tuve que hacer responsable un poco de toda esta situación familiar”, confidencia Zaida González.

-¿Cuándo lograste concentrarte de nuevo en la obra?

-A principios de este año. En un minuto dije: “Ya, tengo que hacerlo, debo terminar”. Pero había pasado el tiempo, mis motivaciones eran otras y empecé a cambiar el proyecto, que en un principio estaba enfocado solo en el tema travesti, transexual. Entonces pensé: “¿Para qué voy a mostrar más travestis al mundo? Vamos con los travestis que yo quiero, pero los otros no tienen por qué ser travestis”.

-Se abrió el diafragma.

-Sí, al principio yo había planteado una cuestión medio parafernálica, pero después me di cuenta que el tarot es algo bastante místico y que no tenía nada que ver con eso. Entonces empecé a elegir modelos que, a mi parecer, de verdad podían ser parte de cada una de las cartas, de esos 22 arcanos mayores del tarot. Di un vuelco conceptual y asumí que lo trans tenía que ver con lo discriminado, lo que está al otro lado. En química trans significa estar cruzado. Entonces en esta muestra están todos los que, para mí, de uno u otro modo han sido discriminados por ser afrodescendiente, travesti, transexual, por ser albino o colorín, por tener síndrome de down, por ser discapacitado u obeso, por ser cola. Por ser una persona retraída, callada, que de repente tiene un drama heavy y no puede sacarlo de adentro. Esos son los modelos que están acá.

-Hablamos de un tremendo universo.

-Lo veo como un gran bloque de seres y personas finalmente. Estos son los que están y los que somos, porque de verdad me siento parte de ellos. No es que todos sean mis amigos, porque yo soy una persona retraída que tiene pocos amigos, pero me fascina que existan en su diversidad. Desde chica, yo también me siento una persona discriminada. Por eso es como ver el reflejo en mis modelos. Por cierto que, para muchos de ellos, esa discriminación ha sido más dura por algunas de sus condiciones personales.

-Curiosamente, pese a la carga conceptual del trabajo, esta muestra la sentí bastante más lúdica en relación a otras obras o serie de obras tuyas.

-Eso puede ser porque me basé en el tarot de Marsella es como bien sintético, que solo tiene líneas y colorcitos planos, que carece de volumen. Talvez por respetar ese aspecto formal las imágenes son más lúdicas, no tan agresivas, ya que principalmente tienen que ver con simbolismos. Esta muestra es más mágica que otros trabajos que he hecho, los cuales son más críticos, se enfocan en un tema o buscan apelar a algo, apuntar a algo.

-El montaje fue bastante acotado.

-Sí, además que exponer acá en la Perrera es como muy simbólico. Porque tiene una carga, una energía, no es una galería a la que vienes a ver una fototito colgada en una pared higiénica, blanca. Todo ocurrió el día y a la hora exacta, un viernes 13 de octubre. Y se llenó con todo lo que uno puede hacer en este lugar: iluminar, instalar, intervenir, más el ritual que hicieron mis amigas en la inauguración.

Sin que se lo pidamos, Zaida González nos conduce por una especie de visita guiada a su propia exposición, donde las fotos aparecen desprovistas de marco para dar la idea de cada una de las 22 cartas del tarot. Como siempre, las fotos originales se hicieron en blanco y negro, luego la artista coloreó las imágenes e hizo retoques en photoshop antes de imprimir las copias que tenemos a la vista. “Cada una de las tres celdas de la Perrera representa un capítulo”, explica la fotógrafa.

-¿Cuál es el primero?

-El de la adolescencia, cuando tenemos doctrinas, como el Papa, la Papisa o el emperador que nos miran y nos dicen: “Esto debe ser”, pero no nos explican el por qué. Entonces nos volvemos locas, desatadas. Tenemos estas autoridades al frente, pero nosotras no hacemos caso y exploramos, porque estamos en la búsqueda de la sexualidad, de los cuerpos, de lo oculto, no soy hombre ni mujer, nos pasamos por la raja la homosexualidad o bisexualidad.

-¿Qué pasa en la segunda celda?

-En la jaula de la juventud nos vemos solos, un poco colgados, desnudos. Estamos intimidados porque pensábamos que todo el mundo era más libre y realmente no era así, pues todos estaban muy trancados. Nos abstraemos, nos encerramos como un ermitaño y nos preparamos de nuevo para salir: “¡Vamos, tienes que seguir nomás!”, decimos, pero viene la rueda de la fortuna, que de nuevo nos descoloca; la justicia, que nunca se sabe de dónde viene, si es la normada o la que nosotros pretendemos, y la muerte, que arrasa con todos los prejuicios. Luego, con la carta de la fuerza, nos levantamos desde el origen y con nuestras raíces. Desde el niño, desde el niño suturado, el niño roto, el niño adolorido, pero desnudo, sin ningún elemento artificial.

-¿Y qué ocurre acá?

-La celda tres corresponde a la madurez. Ya sabemos lo que es la templanza, lo tuvimos que aprender a golpes. Pero vienen otras crisis, porque no significa que, porque sabes meditar o conectarte con el centro, todo está resuelto. Vienen más golpes y más fuertes, pero tenemos la Luna, porque en la soledad y en la oscuridad la pudimos conocer. Y tenemos al Diablo, el Diablo es el creador, por eso elegí a mi hermano Jorge en ese rol. Todo lo que tú hiciste antes, todo, tu sexualidad loca, tus vicios, tus locuras de creación, tu rebeldía, lo que le hiciste al mundo, lo que todos decían de ti: que eras un huevón amargado, que eras un comunista, un homosexual, etcétera, no estaba mal. Lo que pasa es que toda esa energía ahora se calmó. Y yo soy el Diablo aquí para decirte: todo lo que tu hiciste son tus dones, es tu creación. En esta etapa sabemos lo que es la luz, tanto en la oscuridad como en plena iluminación. Pero el mundo es mi mundo, yo me lo creo y yo disfruto. Ya estoy metido en esto y no me puedo echar para atrás. Al final, acá estamos desnudos nuevamente con lo que importa: el Sol, la Luna, el agua, la tierra, el verde, la naturaleza y los animales, que son lo único que nos va a importar en este juicio final. Todo lo demás no vale: no me importa haber perdido casa, auto o dinero, no me importa que me estafaran. No importa, tengo mis propios dones, los que aprendí a valorar en la calma de la madurez.

-Interesante, Zaida. ¿Y tú, en qué etapa de la vida te encuentras en este momento?

-Uf (ríe desatada), yo estoy por allá, al comienzo de las celdas. Ni siquiera entro en la adolescencia todavía.

Coordenadas

Qué: Exposición “El juicio final, tarot trans”, fotografías de Zaida González

Participan:

Celda 1, adolescencia. El Papa: Caleb Gutiérrez con Laura y Catalina Flores Contreras; La Papisa: Rocío Hormazábal; El emperador: Rodrigo Cociña; El mago, Maggie Lay; La emperatriz: Maka Meléndez; Los enamorados: Johan Mijail, Jorge Díaz y Diego Argote; El loco: Jorge Matta.

Celda 2, juventud. El Colgado: Gael Aaron; El ermitaño: Diego Gutiérrez; El carro: Christopher Eitner; La rueda de la fortuna: Cuchillo; La justicia: Maraca Barata (Camilo Saavedra); La muerte: Nicolás Sandoval; La fuerza: Juliette Micolta; El juicio: Sebastián Neira.

Celda 3, madurez. La templanza: Gabriela Rivera con sus hijas Emilia y Amanda Troncoso Rivera; La torre: sin modelo; La Luna: Héctor Margaritas con Diego Argote; El Diablo: Jorge González; El Sol: Juliette Micolta con Camila Fontini; El mundo: Claudia Rodríguez; La estrella: Kris Córdova.

Rito inaugural: texto de Claudia Rodríguez, performance de Diego Argote con Héctor Margaritas (La Luna) y Rocío Hormazábal (La Papisa).

Cuándo: La exposición permanecerá abierta hasta el jueves 26 de octubre, de lunes a viernes, de 11 a 13 horas y de 16 a 20 horas.

Dónde: Centro Experimental Perrera Arte, Parque de los Reyes s/n, Avenida Balmaceda, entre Bulnes y Cueto

Informaciones: 22-682 10 92

Entrada liberada. Estacionamiento gratuito.