Trinidad González: “Chile es un pueblo racista, clasista y súper conservador”
Por Daniela Risopatrón
“La creación es alimento, es sanación”, sostiene Trinidad González Jansana, premio Altazor 2007 a la Mejor Actriz de Teatro por su papel de Olga Knipper en “Neva”. La actriz y dramaturga afirma que un trabajo de calidad, como la mencionada obra de Guillermo Calderón, siempre llega transversalmente al público, independiente de su condición social o nivel de instrucción. “Cada uno verá desde dónde la digiere, pero la digiere”, apunta esta directora formada en Chile, Estados Unidos e Italia.
Con múltiples trabajos en cine, series de televisión y las tablas, Trinidad González sostiene que “el gran desafío es lograr que la creación, la cultura, sean parte de la vida de las personas” y le llama la atención que, en la actualidad, el grueso de las compañías no despliegue sus producciones por las poblaciones y el país como, en situaciones bastante más adversas, lo hacía por ejemplo el Teatro Ictus en los años 80, en la plenitud de la dictadura. “Para ellos, era parte de su trabajo artístico y creativo tener una labor social concreta”, recuerda. “En ese sentido, uno también es responsable de una sociedad que se ha ido durmiendo”, agrega.
Meticulosa en cada una de sus obras, a Trinidad González le interesa desentrañar la humanidad de los personajes y situaciones que aborda, lo que le ha dado una visión profunda y bastante crítica del ethos criollo, que a su juicio siempre actúa como un cuerpo temeroso. “Aquí puedes pololear con un punki, pero al momento de casarte tienes que hacerlo con un empresario. Chile es un pueblo racista, clasista y súper conservador”, observa la actriz en el siguiente capítulo de “Pelambres”, el late show de Perrera Arte.