Rosario Carvajal: «Santiago es Carnaval fue un despilfarro en una propuesta pobre»

A la vecina y dirigente del barrio Yungay Rosario Carvajal le sorprendió la realización del llamado carnaval de Santiago, este 29 de mayo. Acostumbrada a sus participativas fiestas del Roto Chileno, desde 2007, y de la Primavera, desde 2008, la iniciativa impulsada bajo la lluvia por la Intendencia Metropolitana y el Consejo de la Cultura le pareció una propuesta estética pobre y sin impacto público, en la que hubo instrumentalización y despilfarro de recursos bajo un concepto de espectáculo impuesto que choca con lo más profundo de un verdadero carnaval: la identidad libre de quienes participan en él.

-¿Qué te pareció la realización de “Santiago es Carnaval”?

-Sorpresivo, porque además se acopló de mala manera al Día del Patrimonio. Entiendo que nunca existió coordinación con quienes impulsan la iniciativa, el Consejo de Monumentos Nacionales. Una señal fue la crítica de las municipalidades, incluyendo la Municipalidad de Santiago, que se descolgó de la actividad.

-A ustedes, como históricos organizadores de la Fiesta del Roto Chileno y de la Fiesta de la Primavera, ¿los invitaron a este encuentro?

-Jamás fuimos convocados. Nos enteramos por vecinos creadores que fueron invitados, pero que finalmente no participaron por la mala organización,  la instrumentalización de las comparsas y el despilfarro de recursos en medio de una crisis como la de Chiloé.

-Con la experiencia que ustedes tienen en fiestas ciudadanas y callejeras, ¿qué te sugiere la realización de un carnaval en pleno mes de mayo y bajo la lluvia?

-Los carnavales como tradición y expresión popular se celebran en verano o primavera, porque es un tiempo adecuado, cálido y apto para generar encuentro en espacios públicos. Mayo es una mala fecha, ya que en Santiago los días fríos atentan contra cualquier convocatoria, peor si es impuesta y surge desde la institución.

-¿Qué habrían hecho ustedes si llueve? ¿Se suspende el encuentro?

-Cuando una iniciativa surge desde las comunidades y es expresión de los territorios, una lluvia no la limita. Hemos celebrado el Día del Patrimonio con recorridos de decenas de personas, con frío y lluvia, y la gente viene y participa. Eso es porque se apropia de la celebración, se sienten parte de ella. Este año, 700 mil personas celebraron el Día del Patrimonio en todo Chile.

-¿Qué te parece que la Intendencia Metropolitana haya destinado 2.915 millones de pesos, según datos publicados en la prensa, a este programa?

-Un despilfarro de recursos públicos. Es lamentable que ello ocurra con tantas necesidades y urgencias en la región. Nuestras organizaciones trabajan con voluntariado y muy pocos recursos. Quisiéramos que esos recursos se destinen a las necesidades reales de la población.

Santiago es Carnaval

-¿Cuál es el presupuesto que ustedes disponen en sus masivas fiestas ciudadanas?

-Nuestras iniciativas son mingas barriales, el aporte de cada vecino es voluntario, toda la iniciativa es autogestionada y cada organización o institución que participa pone a disposición tiempo y recursos. Con la Municipalidad de Santiago se gestionan apoyos, generalmente con tarimas, sonido y baños químicos. El aporte municipal varía cada año, dependiendo de la voluntad política del alcalde turno. Muchas veces ponen más obstáculos que apoyo.

-¿Crees que la Intendencia Metropolitana debería encauzar de otra forma esos recursos?

-La gestión del Gobierno Regional Metropolitano se ha caracterizado por una gestión clientelar y de cuoteo político. Falta una instancia de fiscalización ciudadana que permita incidir en los presupuestos regionales.

-Ustedes habitualmente logran importante cobertura de prensa para sus encuentros ciudadanos, ¿qué te parece la visibilidad pública del carnaval y del programa Santiago es Mío, que oficialmente está en desarrollo desde diciembre?

-El carnaval aprovechó el Día del Patrimonio, desvirtuando el trabajo que ha encabezado el Consejo de Monumentos durante 17 años, un esfuerzo institucional al cual se ha sumado con mucha fuerza la ciudadanía, apropiándose de ese día. Es un buen referente donde la institución se pone a disposición de lo que las comunidades autogestionan para ese día. Este carnaval sacó el foco, colgándose de otra convocatoria e instalando la idea errónea de asociar un carnaval descontextualizado, sin tradición. Una iniciativa absolutamente institucional, bajo la óptica de un espectáculo y, en este caso, un mal espectáculo.

-¿En qué falló este proyecto? Al final solo participaron 28 de 52 comunas anunciadas y varios de los artistas se bajaron en el camino y en el mismo escenario.

-Como muchas iniciativas institucionales, son verticales, imponen su agenda y formatos. Por el contrario, la institución debería ponerse a disposición de las iniciativas culturales que surgen desde los territorios y no imponer su agenda, peor si se cuelga de otra celebración que en 17 años ha instalado el patrimonio como una celebración ciudadana. Este carnaval, no tuvo impacto, fue deslavado, una imposición y una propuesta estética pobre.

Fotografías: Carla Cari