Reporte desde las desoladas calles de París para “No tiene comprador”

Por Antonio Becerro

“No tiene comprador” presenta esta cápsula surrealista que nos envían de París, desde un posible apocalipsis, porque todo apocalipsis supone la desaparición de la presencia humana sobre de la faz de la tierra. Un relato realista con un lente y un dispositivo que lo acerca al cómic. Su creador es Jorge Orellana Benado, fundador de France-Chili, un amigo con quien compartimos caminatas, vinos y anécdotas en mi pasada por las calles de esa gran ciudad.

No me imagino París con sus calles, parques y plazas sin gente, con un cielo amarillento, diáfano, distante y vacío. Esa ciudad está llena de vida, sus avenidas, pequeños pasajes, bares, cafés y restoranes están siempre efervescentes de vida, bullentes de compartir, de vivir como si fuera un laberinto de hormigas sobre una torta de bizcochuelo rellena con manjar y cubierta de merengue. Así lo sentí cuando estuve allá, una torta.

Su arquitectura es la de un imperio, de un pueblo poderoso, conquistador, orgulloso de sus trofeos de guerra. Una ciudad patrimonial por donde se le mire y se camine, con monumentos históricos que relatan una arquitectura rimbombante. Sus parques y plazas son de una belleza colosal. Una civilización que goza y exhibe su arte en el espacio público a modo de triunfos. Todas sus construcciones y monumentos parecieran estar pensados para ser exhibidos, para que se aprecie su fuerza estética sobrecargada de detalles, figuras, líneas oblicuas. Sus arcos y sus curvas tiene un olor en que se funde lo histórico con lo moderno cuidadosamente, como si fuera una caricia muy sutil en la que se juntan, como un beso en la comisura de la naturaleza, construcciones que aportan al paisaje. No afectan, invitan.

Es una ciudad, como me dijo Jorge Orellana Benado, llena de detalles: a donde mires hay algo que ver. París es una ciudad en la que nunca pararías de fotografiar. Toda su cultura parece ser la trompa de su gloria. A tal punto que genera un poco de temor. ¿Cómo tan ricos y tan magnos?, ¿de dónde salió todo esto?, ¿cómo la hicieron? Una ciudad con espacio para el metro cuadro de cada uno y un río que la cruza con sus pergaminos de historia. Por eso y otros grandes detalles es que no me la imagino vacía, sin gente.

No así Santiago con sus barrios bohemios y bulliciosos, con sus calles llenas de tacos. Los habitantes de esta ciudad de ejecutivos lucen sus vehículos cuatro por cuatro reventando los oídos con su puto reggaetón. Un centro atestado de gentío, con sus funcionarios fumando un pucho en las veredas. Bocinazos en una urbe confinada al gueto donde nos juntamos y lo pasamos bien, eso nos gusta. Así nos gusta la bulla, la fiesta y la peste: apestar y apestar es el mandamiento, no importa el otro, no existe el del lado, el de abajo o el de arriba.

Por eso estoy seguro que, en el fondo, todos sentimos en nuestro corazón de chilenos de mierda un atisbo de felicidad cuando vemos las calles vacías y sin ruido. Esta cuarentena es como un descanso de nosotros mismos. Hace rato que anhelábamos para nuestros adentros ver un Santiago vacío y sin ruido. A lo mejor es el sentir de todas las capitales del mundo mundial y no solo un deseo oculto de los santiaguinos.

Este relato de Jorge nos vuelve a juntar, ya hemos compartido notas, datos, historias, biografías que hacen una amistad y ahora cruzamos públicos y audiencias por las redes sociales, que, quién lo diría, es lo único que nos va quedando por el momento. Quién sabe más adelante.

Esto es lo que nos dice Jorge:

No fue fácil salir de nuevo y encontrarse con las calles de París.

Un metro de distancia para protegerse de todo mal y un imposible café con máscara, estamos en la quinta semana de confinamiento.

En la ciudad hay 13.286 bares y restaurantes repartidos en los 20 barrios de París, todos están cerrados sin saber cuándo podrán abrir.

El 11 de mayo de 1968, París descubría la magnitud de la represión nocturna durante las barricadas en la calle Gay Lussac al llegar al Jardín del Luxembourgo en pleno Quartier Latin. El 11 de mayo de 2020 es el día escogido por el presidente Macron para salir de la cuarentena.