Pier Bucci construye su casa perdida en el trópico: “No vivo en sociedad alguna”

Por Héctor Muñoz

En una entrevista anterior, fechada en enero de 2019, en la que señalaba que “la música, como cualquier creación artística, está en decadencia”, Pier Bucci, una de las figuras angulares de la electrónica chilena, contó que vivía a bordo de un camión dado de baja en el ejército suizo. Pues bien, ahora, después de haberlo escuchado nuevamente en Perrera Arte, estamos en condiciones de informarles que, tras recorrer más de 140 países desde los 18 años, el músico ha encontrado una acogedora estación, donde ha decidido construir con sus propias manos un hogar junto a su pareja.

“Mi casa está frente a un bosque nativo. Son millones de millones de microorganismos, plantas, animalitos que viven en armonía. Y cada uno tiene su sistema autodependiente. La nube depende de la montaña y del viento, lo mismo que un arbolito. Todos actúan en esto, pero ninguno de ellos pierde su identidad. Por eso no hay conflicto, porque al roble en ningún momento se le ocurre ser buitre o pato, él siempre va a ser roble y está contento con su labor”, dice Bucci (45), mientras invita a conocer su hogar perdido en la selva tropical de Costa Rica. Aquí el músico planifica sus próximos pasos, que consisten básicamente en el fortalecimiento de maruca.art -una plataforma dedicada al arte, la conciencia y el medio ambiente- y la edición final de su libro La danza de la infinita y eterna unidad, del cual adelanta algunos tópicos en esta conversación.

“Me esfuerzo en demostrar que es posible vivir honesta y sinceramente. Hay algo que nosotros, los seres humanos, hemos perdido por ser huevones y arrogantes. Por creer que somos dioses y pensar que podemos construir una realidad artificial arriba de la realidad”, reflexiona Bucci, quien muestra entusiasmando algunas grabaciones inéditas que ha realizado en diversos lugares en el último tiempo con otros músicos, como Menwar de Port Louis -“él es como el Jorge González de Isla de Mauricio”, acota-; Benicio Champi de la comunidad Patabamba Coya, en el Amazonas peruano, y Mario Tuki de Rapa Nui. El sonido prístino de estos artistas invita a robarle el computador, pero Bucci calma cualquier apetito cleptómano o melómano indicando que pronto todo estará en su plataforma.

-Construyes tu casa, pero sigues viajando.

-Por cierto. No vivo en sociedad alguna. No le cuentes a nadie, pero es el secreto de mi vida. No tengo residencia en ningún país. No me molesta nadie, no pago impuestos, no pago seguros, no pago nada.

-¿Qué has descubierto en esta itinerancia eterna?

-Aparte de viajar, me gusta estudiar, porque uno cuando viaja observa las realidades y ve que se van pareciendo cada día más en diferentes continentes. He apreciado cómo se va homogenizando la sociedad. Antes era mucho más diversa: un chino, un norteamericano, un europeo o un chileno se vestían diferente, por ejemplo, se notaba la diferencia. Ahí puedes ver el libro de Octavio Paz El laberinto de la soledad en el que habla del pachuco, un personaje característico de México. Ahora, en cualquier lugar hay un pachuco o cualquiera se viste como europeo. Mentalmente hay una homogenización.

-Todos iguales y conectados a otros iguales.

-Creo que se intenta deshumanizar al ser humano para convertirlo en una máquina obediente y los tres factores que se deben destruir para lograr esto son: la familia, la intelectualidad y el credo, la creencia religiosa. Todos conocimos el proyecto de Colonia Dignidad, ahora obsérvalo con más atención y te darás cuenta de que es lo mismo pero a nivel mundial. Hombre y mujer separados y niños solos.

-Chupalla.

-En este momento estamos entramos a una cosa que yo llamo totalitarismo ecotecnológico, donde la ecología es el nuevo dios y la tecnología es el nuevo mesías. El totalitarismo ya lo vimos en estos años de pandemia. Totalitarismo mundial, al que ahora se suma la parte ecotecnológica. Porque supuestamente nosotros, tú y yo, estamos matando el planeta según nos repiten. Yo y tú, no las grandes corporaciones. El ser humano va a ser solo un consumidor. El Estado te va a decir qué consumir e, incluso, te va a ayudar con los gastos. En el futuro solo habrá que creer en los gobiernos, algunos manejados por gobernante muy incompetentes. Te parece fantasía lo que digo: bueno, yo vengo de vivir 15 años en Alemania. Te estoy describiendo Alemania por si acaso. Eso lo están implantando a nivel mundial. Pregúntame en qué se va a basar el nuevo sistema.

-¿En qué se va a basar?

-El nuevo sistema económico estará basado en la salud. Tenemos un infinito crecimiento con recursos finitos. Por eso se hace necesaria la deconstrucción. El recurso que ocupamos hasta aquí, el petróleo, se acabó. Había millones de energía en el planeta, pero nos hicieron dependientes del petróleo para que se enriquecieran algunos tipos que todos conocemos.

-¿Cómo será el nuevo sistema?

-Ya lo vivimos en pandemia, donde se experimentó el modelo. Tuvimos una población mundial aterrorizada. Primero les pusiste un virus mundial y luego los encerraste. Y la gente en ningún momento se pregunta ¿de dónde viene el virus? No se sabe. ¿Cómo se expandió? No se sabe. Y lo más lindo: “Ya cabritos, la vacuna no es obligatoria, pero si no se la pone, no puede salir de la casa”. Ni moverse, ni trabajar, ni respirar, ni nada. Al principio dijeron que era una dosis y ya vamos en cuatro obligatorias. ¿Qué están haciendo?: te están matando todo el sistema de anticuerpos para hacerte dependiente de la inyección. Es decir, van a poner tu cuerpo en arriendo. De esa manera se deconstruye el sistema.

-Viene dura la mano.

-La idea es convertirnos en robot. Vamos a tener seres alfa, beta, gama y delta. Ya sabemos quiénes integrarán el alfa plus. El beta estará a disposición del alfa, el gama brindará servicios y el delta será el trabajador, el proletario que trabaja como máquina y toma pastillas para todo. La inflación va a seguir creciendo porque es la manera de quebrar el mundo. Por eso yo vivo aprendiendo a plantar. Porque, cuando llegue ese momento, será muy tarde para aprender a cultivar. Ahí los quiero ver cuando no lleguen los productos a la ciudad.

-¿Cuál es el rol del músico en este escenario?

-Yo hablaría del rol del artista en general. El artista es una persona que vive en conciencia, eso significa que tiene una búsqueda espiritual. Y el arte le da esa respuesta. El artista es el alquimista que ve la realidad con el ojo del clarividente. Clarividencia significa ver claro. No es que sea adivino, sino claro. La labor del artista es la búsqueda de la realidad. Tratar de encontrar la realidad para compartirla, no para hacerse famoso. Porque la fama, compadre, es la muerte del artista, la fama es una prostituta que se entrega a cualquiera. Hoy cualquiera es famoso, hasta por tirarse un pedo muy hediondo puedes ser famoso mundial y tener millones de seguidores.

-Igual es tentadora la fama.

-Pero es un distractor. Hay que concentrarse siempre en el propio interior. El alquimista es alguien que les da respuesta a las cosas, y la producción artística es una obra estética. Para ser un artista debes tener estética mental, espiritual y física. Estética es trabajar en la belleza, pensar y actuar lindo. Y con eso salvaste el mundo. Pero no tienes que ir a contarle esto a nadie. Si cada persona cuidara su propio arbolito viviríamos en un bosque maravilloso.

Fotografías: Gentileza de Pier Bucci