Paulo Fernández: “La precariedad genera lenguajes y metodologías auténticas”

Por Héctor Muñoz

Pese a su juventud, Paulo Fernández es un antiguo artista asociado a Perrera Arte y es, quizás, uno de los que mejor conoce cada rincón de ese edificio de 1.250 metros cuadrados construidos ya que, para cada una de sus obras, siempre buscó el detalle más oculto de esta arquitectura industrial para hacer un par de tomas o poner a las bailarinas de sus proyectos en circunstancias visualmente complejas, perturbadoras. Dos de esas producciones audiovisuales estuvieron relacionadas, se armaron casi en su totalidad en la maestranza del Parque de los Reyes y alcanzaron notoriedad en la naciente disciplina de la videodanza: “Somnio” (2009) y “Fauna”, una producción de 2011 que fue premiada por la comisión Dance Movies de la Experimental Media and Performing Arts Center, Empac, de Nueva York.

Más de una década ha pasado de aquellos momentos y ahora Paulo Fernández vuelve a ocupar la nave central de Perrera Arte junto a Ce Pams y Javiera González. Esta vez no habrá bailarines en exigente movimiento sino espejos, cables y equipos a la vista operados por los propios creadores. La muestra se titula “Naturaleza” y se podrá ver desde este miércoles 22 hasta el domingo 26 de junio en horario nocturno.

-Paulo, ¿cómo surge este proyecto?

-Nace como un trabajo colaborativo junto a las artistas Ce Pams y Javiera González para abarcar lo sonoro, lo objetual y el video, con la intención de generar un sistema híbrido interdisciplinario. La inquietud surge desde lo audiovisual, intentando generar formas expansivas y experiencias fuera de la pantalla para integrar materiales concretos y arte sonoro desplegados en el espacio. Es básicamente un experimento donde se busca un gesto orgánico de operación en tiempo real y que apela a la indefinición, buscando una operación limítrofe donde las cosas pueden funcionar o fracasar. Comenzado en pandemia, el proceso se inició en forma virtual realizando ejercicios a través de la pantalla, y solo en las últimas etapas del proceso, gracias también a un Fondo de Fomento Audiovisual, se reunieron los materiales.

-¿Cómo defines “Naturaleza”?

-Como un ejercicio, un experimento donde se activan sonidos, luces y visuales en un mismo ecosistema, los tres artistas vamos activando los materiales desde una disposición muy cruda, sin ocultar lo técnico, exponiendo todos los dispositivos, los cables y máquinas. Y se trata conceptualmente de una paradoja: la naturaleza representada desde el artificio, la naturaleza generada desde el artefacto y las máquinas, la naturaleza como experiencia mediada por el video y por el reflejo de la imagen, el sonido capturado y manipulado desde una estética industrial pero que igualmente se configura como paisaje. No lo intencionamos como una performance, sino como un trabajo de composición en vivo, como un cuadro que está siendo pintado, pero en este caso con micrófonos, luces, cámaras y materiales o artefactos que generan fenómenos.

-¿Con qué se encontrará el público que asista estas presentaciones en la Perrera?

-Una composición en vivo, un concierto audiovisual, una performance sonora, una instalación plástica, una sesión de video expandido. Con un resultado distinto cada día, durante cinco sesiones, de miércoles a domingo, armamos esta composición variable a través de dispositivos instalados en el espacio que van generando un paisaje sonoro y visual. Con instrumentos y artefactos no musicales, con visuales análogas y digitales proyectadas sobre un cubo a gran escala.

-Por lo visto en la etapa de producción, vuelves a trabajar con transparencias e incorporas luces y reflejos a partir de espejos. Parece haber ahí una insistencia en efectos que han estado desde siempre en tus videos.  

-Hay algo discursivo en la imagen espectral de los reflejos y de las transparencias, y tiene que ver con la relación de una realidad mediada, la realidad reconstruida, simulada y representada. La deformación de la imagen que se presenta incompleta y fragmentada, que también adquiere un valor abstracto. Ese fenómeno de la realidad mediatizada genera una escala de distancia con lo real, pero a la vez un afecto con el artificio. Y bien, son fenómenos que aparecen con insistencia en la construcción audiovisual y en este caso desplazados hacia la instalación y el espacio. La pulsión de la luz en la pantalla en este caso se transforma en reflejos de luz y espejos que intervienen la nave central de la Perrera, y los sonidos y pulsiones eléctricas reverberan en sus muros.

-Tú desarrollaste un largo trabajo con la videodanza. ¿Qué pasa hoy con esa manifestación en el país?

-Claro, parte de mi investigación en el lenguaje audiovisual se ha ligado al movimiento y al cuerpo como un eje argumental desde hace muchos años, y todavía me sigue haciendo sentido. En Chile, como género o disciplina híbrida ha tenido momentos de mayor auge y momentos de menor producción. Me parece que en este momento especifico vuelve a tener relevancia por un acercamiento natural de los artistas hacia los dispositivos audiovisuales en la condición de pandemia. Primero para aproximarse al registro, pero luego para establecer preguntas sobre el soporte y la mediatización del cuerpo. En esa complejización aparecen ejercicios muy interesantes como obra y no solo registros. Entonces me parece un momento muy atingente para este formato en Chile. En otros países es un género muy instalado.

-Llevas muchos años en el trabajo artístico, incluso con reconocimientos internacionales. ¿Cómo miras la situación de la creación en Chile?

-Cierto, tiempo de trabajo personal pero también de muchas colaboraciones, he trabajado mucho en equipos y colaborando con artistas de otras disciplinas. La situación en Chile siempre es compleja en términos financieros, no es fácil dedicarse de lleno al arte, pero existe mucha autogestión. La precariedad también es un motor que genera lenguajes y metodologías auténticas, es algo que debe valorarse y Latinoamérica tiene esa poética. Creo que la crisis constante marca una diferencia formal y de sentido bastante notoria respecto a la creación en países con recursos. Se pueden ver afuera obras con muchos recursos y de una ejecución clínica técnicamente, pero que carecen de cuestiones fundamentales. Parece ser que la carencia y la crisis nos han permitido gestar una poética particular, en la aspereza de Chile y de Santiago hay algo que obliga a generar preguntas y a responder a través de la creación. Me parece que falta una relación más natural con el arte y las audiencias. Las audiencias en otros países no son público especializado, son personas comunes que inundan los teatros, exhibiciones y experiencias culturales. Esta desnaturalización es efecto de la educación cimentada en otros intereses y alejada de la relación con la cultura, es algo que se debe ir reconstruyendo.

Coordenadas

Qué: “Naturaleza”, pieza sonoro visual de Ce Pams, Javiera González y Paulo Fernández

Dónde: Centro Experimental Perrera Arte, Parque de los Reyes s/n, Avenida Balmaceda entre Bulnes y Cueto

Cuándo: Miércoles 22, jueves 23, viernes 24 y sábado 25 de junio a las 20.00 horas, domingo 26 de junio a las 18.30 horas

Entrada liberada. Se adoptan medidas sanitarias.