Mauricio Huenún: «No todo stencil o grafiti tiene connotaciones subversivas»

Por Antonio Becerro

Entre las siete obras que finalmente se plasmaron en los muros del Liceo Presidente Balmaceda de Independencia, como parte del proyecto Blank Canvas de arte urbano, llamó la atención el stencil de gran formato que mostraba a un niño soñando con otras galaxias en la sala de clases. La obra se titula «En mi mente vive un sol» y fue realizada por Mauricio Huenún, quien esta vez sorprendió a todos al firmar como tal y no con su sello habitual, Pikoenelojo Stencil, nombre de fantasía con el que habitualmente dispara en forma ácida contra los curas, los milicos, los pacos, los empresarios, los señores políticos, los rostros de televisión y todos aquellos que representan el abuso cotidiano. Aquí cuenta porqué, al menos por esta vez, Mauricio Huenún dejó de ser Pikoenelojo Stencil.

-¿Qué te pareció el nivel y resultado conjunto de la convocatoria Blank Canvas en la comuna de Independencia?

-Buen nivel. Los artistas convocados tenían distintos estilos y formas de trabajo. En verdad, todos los artistas me llamaron mucho la atención.

-¿Te produjo algún cuestionamiento que este encuentro de arte urbano estuviese asociado a una marca comercial?

-El arte urbano, el artista callejero, no nace como tal a partir del financiamiento de empresas. Un muro y algo de pintura de alguna forma se consiguen. No obstante, si existen empresas que subvencionen dicho arte, me parece bien. En lo que respecta a esta iniciativa en particular, creo que lo que se logró fue perfecto. La gente de Blank Canvas y de LEV (Laboratorio Escénico Visual) estuvieron a la altura de lo que estas acciones de arte requieren. Por encima de todo, hay algo concreto y empírico: donde habían muros vacíos, hoy hay arte callejero. Eso tiene un enorme peso.

-¿Cuál es a tu juicio el límite entre el trabajo y la libertad del artista y los intereses de quienes convocan en un encuentro de arte?

-El límite lo establece cada cual. Yo participé en esta convocatoria sin utilizar mi chapa o mi sello, y con una obra que creo que se enmarca dentro de ciertos criterios de selección. No creo que una obra de Pikoenelojo Stencil pueda llevarse a este formato. Ni la empresa privada ni el Consejo de la Cultura financiarían un stencil de un paco apuntando con un arma a un niño mapuche o el de un cura atornillándole un crucifijo a otro niño. Entonces hago ese ejercicio simple de separar las aguas.

-¿La obra que hiciste en Blank Canvas la estabas pensando desde hace tiempo o la imaginaste recién cuando conociste el lugar en que estaría emplazada?

-Cuando conocí el lugar de emplazamiento pensé en la obra. Un muro en un liceo público, un niño desenchufado de la sala de clases. La imagen se me vino a la mente a partir de aquello.

-Descríbenos los pasos de elaboración que tuvo la obra y cuéntanos ¿qué fue lo más complejo del trabajo?

-Primero, el diseño de la imagen y luego proyección de la imagen en plantillas de mica, marcado de la imagen, cortado y pintado. Lo más complejo fue subirme a los andamios, sufro de vértigo.

-¿Crees que el stencil es una herramienta subversiva?

-Creo que pintar un muro es una herramienta subversiva.

-¿Por qué la autoridad teme a esta expresión artística?

-La autoridad teme a cierto tipo de expresión artística. No todo stencil, muralismo o grafiti tiene connotaciones subversivas. ¿Por qué la autoridad teme a estas expresiones? Bueno, porque hay quienes se dedican a plasmar en los muros aquello que nadie quiere contar en los medios de comunicación.

-¿Dónde pones tú o cómo calificas las firmas y rayados que no se entienden en los muros?

-Son puras huevadas. Marcas de territorio de gente ociosa que, además de pajearse, no tienen nada mejor que hacer.

Fotografías: Archivo Mauricio Huenún