Kader Attia, artista argelino destruye vitrinas con piedras y capucha

Vistiendo un polar gris con capucha, similar al que utilizan los llamados “infiltrados” al término de las marchas del movimiento estudiantil, Kader Attia se presentó en la inauguración de la muestra “Unlimited” de la cuadragésima sexta versión de la Feria Internacional de Arte Art Basel, en Basilea, Suiza.

Con el público dispuesto a varios metros de su instalación, compuesta por 16 vitrinas perfectamente ordenadas en líneas de cuatro, el artista francés de origen argelino se paseó por el amplio espacio y empezó a destrozar los vidrios de su trabajo con enormes piedras que se repartían en el piso. Fue una catarsis de seis minutos de destrucción, “un acto vandálico”, como de seguro lo habrían descrito las autoridades o comentaristas de televisión si se hubiese tratado de una acción callejera y no de una presentación acotada al territorio del arte.

Kader Attia, nacido en 1970, el mismo año en que se fundó Art Basel, una feria que ahora se extiende a Miami y Hong Kong, es un artista que, por su origen africano, ha investigado los movimientos y asimetrías de la cultura global, en la que se inserta esta “Primavera árabe”, obra que ya había presentado en 2014 y que ahora se dio el gusto de despedazar en Suiza. Así funciona su sistema de trabajo: Attia toma artefactos o imágenes históricas, buena parte de ellas de las culturas periféricas, y las reorganiza de nueva manera.

“Siempre he estado interesado en la organización de la obsesión de la mente moderna occidental para ordenar el universo. El cerebro humano ha sido tan lavado por una estética de control, que al configurar una instalación que tiene como objetivo criticar ese orden, la gente cree que se trata de un show. Estoy tratando de ilustrar que no hay nada más complejo que la relación desequilibrada entre la tradición y la modernidad, y que históricamente el concepto de categorización no existe, es algo que ha sido creado por el Renacimiento”, dice Attia, para quien las vitrinas representan precisamente la museografía dominante de una época colonial.

Attia 1

“Los museos son testimonio de una época que ha sido llamado Moderna y que corresponde a un proceso de acumulación de conocimiento de otras sociedades desconocidas para la cultura occidental. Pero si usted va a las escuelas de arte en Argel y Marruecos ahora mismo, los estudiantes siguen pintando imágenes que se ajustan a los estereotipos orientales”, reflexiona Attia, quien en Art Basel presentó vitrinas vacías.

Consultado por la violencia que empleó en su performance, el artista comentó. “Como todo el mundo, yo solía enojarse cuando veía la propiedad pública destruida por los vándalos. Pero luego empecé a ver las cosas de manera diferente. Un día, en una parada de buses de (la comuna parisina de) Bobigny, vi un anuncio de perfume de hombres que había sido atacado y que tenía los cristales completamente rotos. Me llamó la atención la imagen. Los expertos en marketing habían presentado a los niños con una imagen de un mundo mejor, pero la reacción de estos había sido destruir ese mundo. La violencia puede ser poética y la poesía puede ser violenta. A veces, la única manera de crear es destruir. Creo que esa imagen refleja nuestra época; y en 100 años, cuando todos los pueblos estén limpios como una patena, una parada de autobús destrozada podrá ser tratada como una obra de arte. Arte oficial incluso”.

Citar es citarse: www.artbasel.com