Hugo Marín: “Es la mente la que hace cuerpo, no el cuerpo el que hace mente”

El colectivo Perrera Arte expresa su pesar por la partida de Hugo Marín. A modo de homenaje, sabia y cariñosa despedida, se reproduce a continuación una entrevista al octogenario maestro publicada en esta página el 21 junio de 2017, a propósito de la inauguración de la muestra “Romper simetrías es eternidad”, que el artista visual realizó por esos días en la Galería Nemesio Antúnez de la UMCE.

Por H. Muñoz

A los 88 años, Hugo Marín sigue con una vitalidad envidiable. Hasta el próximo 28 de julio está presentando la exposición “Romper simetrías es eternidad” en la galería Nemesio Antúnez de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, UMCE, ya está trabajando para otra exhibición en Talca y también tiene agendada una muestra en una galería de Vitacura.

La exposición en el histórico Pedagógico considera pinturas y dibujos con barro grafito de diferentes épocas, cerámicas esmaltadas muy recientes y una serie de obras volumétricas en distintos materiales -tela, barro, cuero, conchas- con rostros afroamericanos, los que tienen divertidos títulos, como “Chasca”, “Flaite” o “Hincha brasileño”. Para el profesor de la UMCE Jorge Berríos Rodríguez la producción de Marín es un collage vertiginoso: “No afloja el ritmo, cual poeta surrealista en ejecución de la escritura automática”, apunta.

“Con respecto al trabajo artístico, yo tengo una fórmula que le llamo la Ley de la Gana. Cuando tengo ganas lo hago y, cuando no tengo ganas, no lo hago”, cuenta con humor Hugo Marín. “Trabajo por el gusto de hacerlo, nada más. Lo hago para mí y, de pronto, cuando veo que algo vale la pena, lo desarrollo. En este momento hago cosas muy diferentes y distintas unas de la otras. Como siempre tengo energía, lo puedo hacer, o, si no, también hago mucha meditación. Soy profesor de meditación y le dedico tiempo a ese espacio de silencio”, agrega el pintor, escultor, ceramista, dibujante, instalador y escritor.

Precisamente de uno de sus textos nace el título de la muestra. “Antofagasta, Atacama, somos la pineal en las vértebras de los Andes. / Eructos de temblores, eructos del silabario andino. / Demencia risueña y estoica. / Un esquinazo de tres esquinas, / otra voltereta que nunca y siempre tiene fin. / Simulando eternidades / ruge, suspira y simula, / regalándonos las vísceras del mar / el vacío nos acompaña / tanto en la noche como en el día, / como un hormigueo en los pies / que nos hace volar. / Romper simetrías es eternidad”, escribe Hugo Marín.

-Don Hugo, ¿por qué hay que romper simetrías?

-El rompimiento de la simetría es creación. La simetría es la dualidad y esa dualidad al romperla es precisamente la columna vertebral de lo creado. La creación divina también es el autor y el autor, al mirar, ya va creando. Entonces se transforma en el dios creador. Esta noción viene del conocimiento védico y la podemos situar en la glándula pineal (indica hacia el centro de su cerebro a la altura de sus ojos), donde todo va despertando. Es “Ulises”, es “Mambrú se fue a la guerra” y puedes ponerle todo lo que vayas recordando y asociando en ese sentido.

-Unas de las características de su trabajo es incorporar y ennoblecer materiales poco tradicionales, como barro, papel, desechos. ¿Cuáles son hoy sus sistemas de recolección?

-He descubierto que hay una manera más elegante de vivir, en la cual no puedo tener muchos materiales para usarlos. Por eso tengo lo menos posible, pero lo mínimo te exige a jugar con lo que tienes. Si tengo pedazos de madera o cartón, lo reducido de aquello me estimula a proyectar en grande y con grande no me refiero al tamaño, sino al valor creativo de una obra.

-En esta exposición en la UMCE destacan las esculturas de cabezas de hombres de raza negra, ¿por qué y de dónde viene ese imaginario?

-He vivido en muchas partes. En Europa, Estados Unidos, estuve en África, estuve en la India. Cuando llegas a los 88 años tienes también una memoria visual prolongada. Entonces todo esto se va uniendo y ya ni sabes de dónde viene. Tienes imágenes incorporadas desde hace largo tiempo. A veces no sabes muy bien lo que vas a hacer y, sin embargo, lo haces y sale toda la impronta de lo que tienes en tu memoria. Sin saberlo, sin decirlo, eso se produce en esta cocina interior que es la mente. Y esa mente es muy potente. Es la mente la que hace cuerpo, no el cuerpo el que hace mente. Al menos yo participo de esa hipótesis.

Fotografías: Gentileza de Galería Nemesio Antúnez y Rodrigo Troncoso

Datos de referencia

Exposición “Romper simetrías es eternidad”, de Hugo Marín, muestra realizada en los meses de junio y julio de 2017 en la Galería Nemesio Antúnez de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, UMCE.