Fran Straube (Miss Garrison): “Lo que trasciende en el arte es la honestidad”


Javiera Anabalón
Licenciada en letras y estética, magister en estudios latinoamericanos.
Javiera Anabalón
Licenciada en letras y estética, magister en estudios latinoamericanos.
Recién llegada de su gira por México y Estados Unidos, Francisca Straube nos habla de la historia de Miss Garrison -banda que integra junto a Tomás Rivera y Rodrigo de la Rivera-, de la actual escena musical chilena y de la invisible y a veces no tan glamorosa experiencia que deben enfrentar algunas bandas emergentes a la hora de salir al mundo y promocionar su música. Ante una nueva etapa de internacionalización y popularidad, y ad portas de presentarse en la Perrera Arte este 22 de abril, junto Nova Materia, deRuts y Electrodomésticos, la cantautora y baterista reflexiona sobre sus prioridades en el duro y hermoso oficio musical.
-Supe que están a punto de lanzar el tercer disco.
-Sí, tenemos tres discos y ha sido un crecimiento, una búsqueda también de la banda porque todos los discos son muy distintos unos con otros, entonces también ha sido algo súper sincero, pues no porque hayamos partido súper panketa vamos a tener que seguir siendo panketa si ya no nos nacía seguir haciendo esa música. Entonces el primer disco, “Tire y empuje”, es más punky. Yo era más chica también, tenía como 20 años, entonces era más de la sala de ensayo, más grito, más adolescente. Igual lo grabamos súper bien en Estudios Triana y fue el comienzo de Miss Garrison como parte de una época en que empezaron a emerger hartas bandas panketas, tocábamos en el Club Mist y en varios otros lugares. Estaba también la revista Extravaganza! y al (Fernando) Mujica le gustaba harto Miss Garrison. Empezamos a salir en la revista, la banda tuvo un poco más de popularidad y comenzamos a tomar todo con más profesionalismo. Recién habíamos lanzado el disco y nos fuimos a España. Como no teníamos sala de ensayo para tocar con batería, empezamos a hacer un trabajo más electrónico casero. Allá conocimos mil bandas y mil corrientes y me di cuenta que ya no quería seguir haciendo música ruidosa. Yo tampoco a esas alturas escuchaba rock ni punk. Igual en vivo me nace de todas maneras el rock, pero eso tiene que ver más con un espíritu. Y por eso le pusimos “deAaB” porque parecíamos otra banda muy distinta y mi manera de cantar también cambió, empecé a cantar más. De ahí volvimos a Chile y el Matías (López), nuestro primer guitarrista, se quedó allá. Ahí llegó Rodrigo, quien ha estado la mayor parte de la vida de la banda con nosotros. Después nos fuimos a Nueva York a sacar el EP “Land of Aloha”, que ya se acerca más al sonido que es ahora, que es un poco más ambient, también electrónico pero con más guitarras.
-¿Cómo se llama el nuevo disco?
-“Al sol de noche” y lo vamos a lanzar ahora en junio. Recién sacamos un single, que es un poco más pop, pero también súper minimal. De hecho, son como siete pistas las canciones; hay guitarras solo en ciertas partes y se entiende más mi voz, que también fue un tema con el grupo: tenía que dejar de esconder mi voz, así que está más adelante.
–¿Las letras las compones tú?
-El primer disco era más rockero: de la muñeca inflable y el sexo plástico. Ahí hicimos las letras con Matías, que aún estaba en la banda. Después, “deAaB” habla un poco más de un mundo interior, igual que el nuevo disco. Hablo harto de la humanidad. Me impresiona el humano un poco, su mundo interno, sus voces. Ahora voy a hablar un poco de amor también… nunca había hablado de amor.
-¿Qué opinas de la actual escena musical chilena?
–Encuentro que va bien, pero veo -a lo mejor por mi crecimiento musical- que hay algo muy de afuera. Creo que las artes tienen que venir de adentro, del corazón, y observo que está todo muy en la calidad de “producto”. Pero hay mucha vitrina para tocar, puedes casi vivir de la música. En la escena musical está muy buena la cosa, hay muchas bandas muy profesionales y muy buenas. Pero me pasa un poco que veo corrientes de moda, que todos empiezan a seguir lo mismo y eso me hace un poco de ruido. Creo que ha sido algo bueno -y quizás malo al mismo tiempo- que Miss Garrison nunca siguiera ninguna corriente de las que siguen todos. Por eso quizás no nos va tan bien como a otras bandas; siempre hemos sido muy de nicho, tenemos harto público pero de nicho también. No llegamos a las radios porque hacemos temas de siete minutos o cosas así, que no son las directrices para ser popular y para que te vaya bien en Chile.
-¿Cómo estuvo la reciente gira?
–Intensa. Ahí te das cuenta si este tema te apasiona o no. México es gigante y hay público para todo. La gente bacán, muy buen feedback. En la segunda tocata ya habíamos vendido todos los discos y nosotros no estábamos acostumbrados a eso. Para ser primera vez, hicimos muy buena prensa también. Gabriel Turielle, que fue nuestro mánager allá, tiene pensado que vayamos por lo menos dos veces al año, que lancemos también el disco allá, entonces igual es un sueño. A él lo conocimos en Colombia, un uruguayo de la Asociación de Mánagers; le encantó la banda y quiso trabajar con nosotros. Cada vez que viajamos se han ido abriendo ventanas nuevas de cositas chiquititas, pero al final te das cuenta que estás puro sembrando. Igual es una inversión, porque por mucho que te ganes fondos hay mil gastos de uno, particulares.
-¿Y qué tal Estados Unidos?
–Nos encantó. Estuvimos en Dallas, Houston y Austin, donde estuvimos en el festival SXSW. Ese festival es bacán, pero si vas solo a eso, como muchas bandas lo hacen, es un poco una pérdida de plata. Creo que van como dos mil bandas, de todos los países y todos con su sueño de lograrla o de que alguien los escuche. Pero si tú no vas con una rueda de prensa, con una estrategia, no sirve de nada. Tienes que arrendar el backline tú y etcétera. Entonces, hay mil cosas que no se ven. Tú dices que fuiste a tocar a Austin y bacán, pero nadie sabe que tuviste que cancelar 200 dólares en el backline, pagar otras miles de cosas o que hubo tocatas con poco público. Eso es lo que significa de verdad. Pero sí es una buena vitrina, nosotros actuamos dos veces en Austin y la última fue bacán porque tocamos con Los Tetas y estaba taquillero el showcase. La primera vez nos cortaron porque se atrasó todo, así que pudimos tocar solo cuatro canciones. Imagínate, tú vas desde Chile solo a eso, tocas cuatro canciones y te gastas una cantidad de plata. Nosotros ya veníamos en gira y rematamos ahí, entonces se justificaba.
-Pero igual entretenido.
-Sí, estuvo increíble la gira. Fue cansadora porque tocamos casi todos los días, los trayectos en México son gigantes y los tacos también. Yo nunca había cantado doce veces seguidas tampoco. También con los Garrison nos queremos, somos súper amigos los tres. Fue muy importante eso, porque irte casi un mes con un grupo que no son tan amigos es un desgaste humano muy grande igual. A mí también me sirvió el viaje para ver mis prioridades, porque yo también soy una loca que tiene mil bandas y no sé si quiero tener mil bandas, prefiero tener dos buenas bandas, invertirle mi tiempo y mi corazón a eso en lugar de estar picoteando en tantas cosas. Por otro lado, Miss Garrison no es de un gusto popular; como te decía, es de nicho. Entonces me pregunto qué quiero yo: ¿Llenar estadios y que me coreen las canciones? No, no sé si eso es lo que yo quiero.
–¿Cuáles son ahora tus otras bandas?
–Fármacos y Rubio, que es mi proyecto sola y que ahora lo voy a lanzar.
–Cuéntame un poco de Rubio.
–Nació un poco random a finales de 2014. Yo estoy siempre haciendo canciones en mi casa y tenía mil maquetas. A mí me encanta tocar en vivo y los Garrison o Fármacos, ya más profesionales, no van a todas. Entonces, como a mí me gusta seguir tocando, Rubio partió más o menos por eso. Con una amiga nos fuimos de vacaciones a Talca y le dije: “Tengo esta canción, hagamos un video clip”. Al final la canción funcionó bacán con el video y decidí lanzar este proyecto, postulé a un crowdfunding y me lo gané. Nunca pensé que la gente me iba a apoyar así, pero me fue súper bien.
–Para el aniversario 21 de la Perrera tocan en un contexto bien especial. ¿Cómo se les viene esa presentación junto a los ex Pánico y Electrodomésticos?
–Bacán poh. Con el Edi Pistola hemos trabajado en algunas cosas relacionadas con cine y me encanta Pánico. Él era mi ídolo, entonces bacán tocar con ellos y con los Electrodomésticos, que son una leyenda. Carlos Cabezas igual ha ido a algunos conciertos míos y es como un “padre” en la música. Ellos también han sido como de nicho siempre, igual que Pánico, que nunca siguió las corrientes de acá de Chile.
–Tú vuelves a la Perrera.
–Sí, yo tuve una banda que se llamaba From Mesopotamia y tocamos ahí hace un tiempo, pero algo mega under, a piso. Esta vez es más producido. Creo que la Perrera también es algo fiel a sí mismo. No se han vendido y eso lo admiro. Han sido fieles también a su estética. Yo creo que al final en el arte lo que trasciende es la honestidad, ser fiel a ti mismo. Eso me pasa con algunas bandas que no las encuentro tan honestas y cuyas apuestas son como muy del escenario. Aunque también es válido, porque son distintas corrientes. No todas las bandas tienen que llegarte al corazón o moverte algo adentro, hay algunas que son de entretención, otras de moda, pero sigue siendo válido. Lo importante es ser fiel a ti mismo y respetar a los otros. Tampoco estoy de acuerdo con la gente que le tira mala onda a todas las bandas; hay que dejarlos ser, tiene que haber cabida para todos. Eso debiera pasar en Chile, que hayan espacios y públicos para todo.
Fotografías: Producción Miss Garrison
Ver más: www.missgarrison.com