Benjamín Lillo, Filito Caluga: “Los payasos chilenos somos potencia en el mundo”

“Nosotros somos potencia en el mundo”, señala con seguridad Benjamín Lillo Ahumada mientras se maquilla en su casa rodante y adopta la personalidad de Filito Caluga. “Mi personaje es como Larry de ‘Los tres chiflados’. Es como el tonto que está detrás del vivaracho, pero a la vez no es tan tonto, también vivaracho. Siempre voy mezclando facetas porque, a la vez, soy pelusón”, explica el menor del clan Caluga, quien, a los 28 años, ha recorrido Latinoamérica y parte de Estados Unidos con su humor.

Por estos días, el circo chileno realiza su temporada de Fiestas Patrias y primavera en el país y Benjamín Lillo, hijo de Abraham Lillo San Martín (Caluga Junior) y nieto de Abraham Lillo Machuca, el fallecido Tony Caluga, viene llegando desde Estados Unidos para apoyar el trabajo de su familia. “Los payasos chilenos son reconocidos afuera por su capacidad de improvisar y por su rapidez de mente, por su chispeza como diría Gary Medel”, cuenta Filito Caluga, quien agrega que su gran prueba de fuego es haber llegado a Europa haciendo reír a la gente.

Además de Benjamín, los otros cinco hijos de Caluga Junior, incluyendo una mujer, son payasos, aunque en estos momentos algunos cumplen otras funciones en esta empresa familiar. “El circo de mi padre, el Tony Caluga, cuyo centenario de su nacimiento estamos celebrando este año, siempre se caracterizó por dos cosas: por no usar animales y por tener muchos payasos en escena”, cuenta Caluga Junior, quien agrega que, además de cuidar el lenguaje, la entretención sana y el humor blanco, en su moderna carpa siempre se respeta la máxima del fundador de la dinastía: “Aquí la gente se viene a divertir con nosotros y no nosotros con el público”.