Fan Popo, el cineasta y activista gay que derrotó la censura en China comunista
SAPPRFT es una sigla de la que usted seguramente ha escuchado muy poco o ni siquiera ha sabido de su existencia. Traducida al español se puede leer como Administración de Estado de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión y corresponde al organismo que, en las sombras, se encarga de la censura, de decidir lo que pueden o no pueden ver los ciudadanos, en la República Popular de China.
La SAPPRFT ha sido condenada a pagar la irrisoria suma de 4.900 pesos por bajar de internet el documental “Mamá Arcoiris” y, aunque la cifra pueda parecer una burla considerando el millonario presupuesto que ese aparato del Partido Comunista Chino dispone para limitar los contenidos en la nación más poblada del planeta, la sanción del Tribunal Popular Intermedio Número 1 de Pekín está siendo celebrada como todo un triunfo por el director de la película, Fan Popo, de 30 años, y los activistas de los derechos sexuales en ese país.
La historia es más o menos así. En 2012, Fan Popo rodó este mediometraje en el que seis madres chinas cuentan la relación con sus hijos homosexuales, la cinta fue aplaudida en numerosos festivales internacionales y, en pocos meses, tras ser subida a sitios de streaming como Youku, Tudou y 56.com, el documental se transformó en un éxito en el país con más de un millón de visitas. Sin embargo, de un día para otro, por efecto mágico de la mano de SAPPRFTA, el filme fue bajado obligatoriamente de aquellos portales sin explicación alguna.
Fan Popo pudo haberse quedado en silencio en un lugar dominado por la censura, pero, en lugar de ello, recurrió a la justicia, puso en cuestión la institucionalidad totalitaria y, contra todo pronóstico, recibió un fallo favorable. “Me siento muy emocionado. No solo importaba el resultado, también el proceso. Que se aceptara el caso ya era un éxito”, acaba de señalar a la agencia EFE el cineasta, quien además es activista de la agrupación LGTB de defensa de las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales del gigante asiático.
“El gobierno chino está preocupado por cualquier tipo de avance en cuestión de derechos de los ciudadanos: como si que la gente tenga más derechos significara que el gobierno tiene menos”, reflexiona Fan Popo, quien detalla que, entre 2010 y 2014 se produjo una leve apertura en el régimen comunista, pero que dicho avance se ha visto bloqueado en los dos últimos años en los que un alto número de páginas de internet han sido censuradas o, simplemente, bajadas del ciberespacio.
Si bien China despenalizó la homosexualidad en 1997 y cuatro años después la excluyó de su lista de enfermedades mentales, en 2008 hubo un nuevo retroceso cuando las autoridades consideraron dichos contenidos como “pornográficos y vulgares”, obligando a retirarlos de las pantallas. Aunque esa cláusula también fue levantada en 2010, la comunidad gay sigue siendo sometida a una fuerte presión social y familiar.
“El problema no es tanto la censura como el hecho de que no exista una regulación clara sobre lo que está permitido y lo que no. El sistema es completamente arbitrario, y está en manos de un grupo de gente que hace lo que le da la gana. Todo el mundo se queja de eso, pero nadie hace nada por miedo. La situación actual hace que la mayoría se autocensure de antemano y que la creatividad muera”, denunció en otra agencia de noticias, France Presse, Fan Popo, quien por estos días está rodando la segunda parte de “Mamá Arcoiris”, en la que hablarán los padres de los homosexuales, quienes se restaron en la primera versión, y otra película sobre aquellos primeros matrimonios gays que, en 2009, desafiaron a la autoridad tomándose fotos en las calles antes de que apareciera la policía.
“Sé que ahora nunca podré rodar una superproducción en China porque ya estoy en la lista negra y el dinero del cine siempre está relacionado de alguna forma con el Estado”, dice resignado Fan Popo. “Al fin y al cabo, yo me muevo en un círculo de cine alternativo”, agrega con una sonrisa optimista.
Fotografía principal: Facebook
Fotograma: “Mamá Arcoiris”