Edita Vásquez en la Perrera: “No sé si yo categorizaría mi obra como Menstrual Art”
Por Héctor Muñoz
El próximo año, Edita Vásquez piensa instalarse en el sureño balneario lacustre de Coñaripe, en la ribera oriente del lago Calafquén, en la Región de los Ríos, sin embargo estima que eso no afectará su relación de trabajo con el recién creado colectivo Crudo, que presentó la muestra “Lusbérrido” en el Centro Experimental Perrera Arte. “La idea de este colectivo ya germinó, no se dejará de lado y, al contrario, creo que buscará emigrar también. Este proyecto seguirá funcionando, creciendo, desarrollándose, con la necesidad que conllevan los procesos creativos de cada uno y en su conjunto”, sostiene.
“Gruta de sangre” es la obra que Edita Vásquez realizó in situ para la primera muestra colectiva de Crudo y en ella alude a los procesos cíclicos femeninos con una serie de copitas menstruales que dejan escurrir por el muro su contenido, el cual se desplaza por el piso y se acerca a varios metros con el punto de caída de una enorme estalactita que baja desde el cielo. Toda la obra está realizada con cera.
“Durante 2017 comencé concretar una investigación más extensa en torno al ser humano, su cuerpo, la naturaleza cíclica y cómo nos relacionamos con el espacio. He trabajado con mi propia realidad, la de un cuerpo que vive un naturaleza cíclica femenina en un determinado espacio. El proceso se divide en una etapa de trabajo con la materialidad misma que resulta de esta naturaleza cíclica, mi propia sangre menstrual acumulada en frascos de vidrio cada mes, y la búsqueda de un material para trabajar en base al simulacro de esta sangre, lo cual me ha llevado a experimentar de una manera pictórica y escultórica con una preparación de cera roja, compuesta de parafina sólida y otros elementos”, explica la joven artista.
-¿Cómo llegaste a esta composición de la gruta?
-El espacio alto de la nave central de la Perrera fue clave para definir una obra que tensionara el espacio, generando un quiebre con un elemento vertical que se desprende desde el techo. La idea de adaptarse al lugar, a sus medidas, se refleja claramente en la propuesta al chorrear también la cera por unos de sus muro y parte del suelo. Uno de los segmentos nuevos de esta obra son los circuitos eléctricos, donde trabajó con arduino y una sistema de luces LED que desarrollé para generar una tensión desde la luz. La Perrera es un espacio con mucha información visual, lo que fue manejado a modo de colectivo a partir de la penumbra. Controlando así el espacio con el cual se vinculan las obras y su conjunto.
-¿Qué características como material de trabajo tiene la cera que utilizas?
-Trabajar con cera, parafina sólida preparada con pigmentos y otros elementos, ha sido un trabajo de más de un año en lo concreto, aunque no es la primera vez que me relaciono con este material. Su maleabilidad, que es una características del material mismo, así como la forma en que se trabaja a baño María y con calor (soplete o pistola de calor) tiene una relación alquímica con la obra y su proceso creativo. La capacidad de reutilizar la cera y el modo que la trabajo son parte de los atributos de este material, cuya complejidad es su fragilidad frente a un golpe o el calor mismo. Es decir, una pieza de cera expuesta al sol tendrá un efecto distinto al que si estuviera en interior. Eso es parte del material y trabajo con esas variables.
“Mi obra tiene relación con las proporciones de mi cuerpo”
Edita Vásquez desarrolló sus estudios formales de arquitectura y arte en tres universidades, egresó finalmente de la Finis Terrae y todos los conocimientos adquiridos los ha combinado con su práctica de yoga iyenkar en Yoga Mukti.
-¿La academia ha estado a la altura de tus expectativas?
-No sé si alguna vez tuve expectativas con la experiencia de pasar por la academia. La espacialidad es un aspecto que ha marcado la forma de cómo me relaciono con el mundo desde pequeña, así como todo lo que envuelve al humano, a su cuerpo, el cual he analizado desde el dibujo y la pintura, por el lado de las artes plásticas; desde la corporalidad, el cuerpo físico, a través del movimiento con danza y, actualmente, con la disciplina del yoga, que integra cuerpo, mente, alma, espíritu. El interés por las matemáticas y la geometría como una expresión espacial, se manifiesta en la arquitectura, la cual actualmente abordo a una escala humana por medio de un procesos creativo en el que generó esta instalación pictórica y escultórica realizada in situ con una relación directa a las proporciones de mi propio cuerpo. Haber pasado por el mundo de la arquitectura y el del arte, los cuales colindan desde la misma vereda, ha sido un camino nutritivo y un aporte para el proceso en el que estoy ahora.
-Varias creadoras y algunos creadores también han utilizado la sangre menstrual como material artístico, al punto que se habla de Menstrual Art. ¿Cómo observas esta tendencia?
-La sangre como tal ha sido material de distintas creaciones artísticas, no solo la menstrual, sino la que circula por las venas y arterias del resto del cuerpo humano y animal, la cual carga con distintos símbolos según la cultura que la mire y también es expresada de manera variada. No sé si yo categorizaría mi obra como Menstrual Art. La sangre menstrual es algo que obtengo desde el propio cuerpo, con la cual tengo una relación directa a partir de la experiencia. Sin embargo, el proceso de obtener, recopilar y almacenar la sangre menstrual es complejo e íntimo, por lo que es necesario replantearse la opción de trabajar con algún material que lo simbolice o simule. Hoy en día, ya no es tan extraño hablar de los distintos procesos del cuerpo. Sin embargo sigue siendo tema tabú para las personas que lo ven como algo ajeno por no tener la menstruación y hasta es censurado por algunas ideologías. Por lo tanto, no encuentro extraño que sea un material que se busca para observar, analizar y trabajar. Existe todo un universo detrás de eso: escribir con sangre, pintar o dibujar, realizar videos, performances y más.
-¿Y qué te parecen los resultados artísticos del Menstrual Art?
-Existen obras por las que me interesó más que otras. Creo que es importante no generalizar cuando se habla de sangre menstrual como material de obra, ya que le quita el peso del símbolo que esta lleva. El trabajar con un material que proviene desde el propio cuerpo le da un plus, pero no solo por eso sería una buena obra, depende de muchos aspectos.
-¿Qué es lo más maravilloso y lo más terrible de lo cíclico?
-Lo cíclico está en un continuo movimiento, pasando por estados oscuros y otros de claridad. Lo que envuelve lo bello y lo feo de lo cíclico es una constante de opuestos, lo cual se vuelve complejo. En algunos momentos, algo que encuentras terrible puede ser lo más maravillo y también sucede de manera inversa.
Fotografías: Gentileza de Pía Bahamondes

Datos de referencia
Qué: “Lusbérrido”, exposición de estreno del colectivo Crudo, integrado por jóvenes egresados de la Universidad Finis Terrae.
Expusieron: Camila Baeza, Samuel Domínguez, Paula Izquierdo, Isidora Kauak, Paz Sandoval y Edita Vásquez.
Cuándo: la muestra se realizó entre el 31 de agosto y el 12 de septiembre de 2018 en el Centro Experimental Perrera Arte.