Dayron Oramas: “La mejor restauración es la menor intervención de una pieza”

Por Pablo Asenjo / edición: T. Muñoz

Dayron Oramas Alonso viajó por primera vez a Chile en agosto de 2017 para visitar a su madre y su hermana, quienes ya estaban instaladas en el país. Hizo turismo, recorrió lugares históricos de su interés y volvió a su Cuba natal, donde, después de un tiempo, decidió regresar a los paisajes naturales y humanos que acababa de conocer. “Opté por volver a Chile para probar suerte, salir de mi mundo conocido y tener otras experiencias”, cuenta este restaurador que tuvo una importante experiencia en su campo profesional en la isla y que, desde hace poco más de un año, inició la restauración de la pared oriente del Centro Experimental Perrera Arte, como parte de una residencia artística que este viernes 11 de agosto cumple un primer ciclo con la inauguración del Museo de Arte Urbano Abierto a la Naturaleza (MAUAN) que tendrá como soporte los muros exteriores del espacio cultural enclavado en el Parque de los Reyes.

En su estreno como galería, el Museo Abierto presentará en sus 240 metros cuadrados obras de cinco artistas urbanos: Claudio Caiozzi, Caiozzama, fotógrafo conocido por sus trabajos de paste-up en diversas ciudades del país, además de Inglaterra, China y República Dominicana; Jorge Campos, Pixel Art, quien ha desarrollado el mosaico y otras técnicas en Chile y Europa; Pikoenelojo Stencil, un cronista urbano que circula por los barrios de Santiago con ácidas viñetas realizadas con las técnicas del esténcil y el paste-up; el muralista Óscar Garcés, The Perro Blanco, y el mencionado restaurador cubano Dayron Oramas, que cerrará su trabajo de recuperación patrimonial de la ex Perrera Municipal con una obra de su propia producción visual.

-¿En qué consistió la recuperación del muro oriente de Perrera Arte, qué técnicas utilizaste y qué fue lo más complejo del proceso?

-Consistió en dejar a la vista el ladrillo original del inmueble, reparar grietas, reintegro de ladrillos usando similares y reintegro de estuco imitando el ladrillo original. El primer paso fue realizar calas exploratorias para tener un registro de las distintas capas de pintura que a lo largo de los años se le habían aplicado. Luego pasamos a la parte más compleja del proceso: sacar toda la pintura para dejar al ladrillo a la vista. Esto fue lo más complicado porque tuvimos que emplear limpieza mecánica con elementos bien abrasivos dado que estábamos cortos de tiempo, con poca mano de obra -solo con mis compañeros de residencia Máximo Peña y Emilio Gutiérrez- y debido también a las grandes dimensiones del muro. Cualquier restauración se debe realizar teniendo en cuenta que la mejor restauración es la menor intervención posible en la pieza. Este no fue el caso. Después pasamos al reintegro de soporte y aplicación de estuco imitando el ladrillo original, usando materiales nobles semejantes al muro. Cal hidráulica, polvo de arcilla, arena y tierra de color fueron los materiales empleados.

-El edificio de la Perrera tiene un valor simbólico particular. ¿Cómo fue tu acercamiento a esa carga y cómo describirías la arquitectura que te tocó enfrentar y tratar tan de cerca?

-Desde el inicio de las labores de restauración tuve un sentido de pertenencia con la edificación. Después de convivir más en el lugar, me llevó a conocer nuevas amistades y nuevas experiencias. La arquitectura del inmueble es bien única, una estructura de hormigón armado que, según la época de fabricación, coincide con los primeros usos de esta técnica de construcción en Chile y en América. Aun en los días de hoy resalta a la vista.

-¿Cómo llegaste a la restauración?

-Había iniciado mis estudios en ingeniería civil en el Centro Universitario José Antonio Echeverría, en la Habana. En el transcurso del primer año de la carrera me fui dando cuenta que no estaba a gusto con la carrera elegida y, por lo mismo, tuve algunos tropiezos académicos. Prefería algo más práctico y tangible, en vez de estar haciendo tantos cálculos. Por eso me acerqué a la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos en La Habana Vieja, lugar que conocía porque quedaba cerca de donde vivía y ya tenía conocimiento de lo que se impartía. Ahí empecé a estudiar restauración de pintura mural. El objetivo de la escuela era y es preparar obreros calificados para las diversas labores de restauración que se ejecutan en La Habana Vieja. Restauración de bienes muebles e inmuebles. En mi caso empecé a prepararme para restaurar y conservar los diversos murales, algunos con más de 200 años de antigüedad, que abundan y adornan los distintos inmuebles de esa parte de la ciudad.

-¿Qué obras destacas?

-Realicé diversos trabajos, incluso algunos no relacionados con la pintura mural. Participé en la restauración de murales decorativos a la técnica del fresco y el seco, la realización de falsos decorativos imitando mármol, matricería en yeso, limpieza de metales, policromías, limpieza de fachadas en piedra, entre otros. Todo esto por supuesto en distintos inmuebles, como el Capitolio, el Gran Teatro de la Habana, la casa del ex presidente José Miguel Gómez, hoy Alianza Francesa, la Academia de Ciencias de Cuba, la Universidad de Ciencia Informática, entre otros.

-Tú también formarás parte de las obras en exposición en el Museo de Arte Urbano Abierto a la Naturaleza.

-Sí, mi obra consistirá en trabajos con plantillas de distintas capas, teniendo como tema la migración. El trabajo está en una estrecha vinculación con el resto de mi producción visual, vinculada al grafiti y al empleo y descontextualización de imágenes sacadas de internet o tomadas por mí.

Coordenadas

Qué: Inauguración del Museo de Arte Urbano Abierto a la Naturaleza (MAUAN)

Artistas participantes: Caiozzama, Pixel Art, The Perro Blanco, Pikoenelojo Stencil y el cubano Dayron Oramas

Cuándo: Viernes 11 de agosto de 2023, a las 19.30 horas

Dónde: Espacio Perrera Arte, Parque de los Reyes s/n, Avenida Balmaceda, entre Bulnes y Cueto, nuevo barrio Balmaceda

Entrada liberada. La muestra se puede ver en todo horario desde los exteriores del recinto Perrera Arte.