Daniela Gibson: “Muestro materiales que habitualmente se esconden”
Por Pablo Asenjo.-
Durante dos semanas, Daniela Gibson entró y salió religiosamente del Centro Experimental Perrera Arte como si fuera una aplicada operaria. Numerosas cajas de masking tape la acompañaron desde el principio del montaje de “Tejiendo lo efímero” y, a medida que éstas se iban vaciando, también se hacían evidentes los signos de fatiga por el trabajo mecánico, agobiante. “Aunque se trate de un simple ejercicio de hacer un rollito y pegarlo en la pared, los músculos y la piel también son exigidos”, cuenta.
-¿Cómo llegaste al masking tape? Habitualmente no es un material protagónico, está más bien reducido a las demarcaciones de la pintura.
-El masking tape es un material muy recurrente en el arte y, principalmente, me enfoqué y tomé como punto de partida el rollito de masking que usamos para pegar dibujos o para exhibir obras livianas en la pared. Mi idea es revalorar a este material de uso recurrente y mostrarlo, considerando que siempre se trata de esconder o su función es temporal, como en el uso que se le da en la pintura, que habitualmente no lo vemos. En mi obra muestro al masking tape en forma de rollo, dejando al descubierto sus características de adhesión, que permite intuir cómo se va estructurando la acumulación que hago del material en el muro, sosteniéndose por sus propios medios, siendo el único material utilizado para la instalación y mostrándolo ahora como protagonista. Al mismo tiempo, captura las partículas de lo que rodee la obra. Aludiendo a la reiteración del uso de este material es que llegué a trabajarlo en torno a una acumulación, formando relieves y texturas, que por las características del rollito de masking y la manera en la que lo pego a la muralla se pueden reconocer formas orgánicas, como colmenas, corales, etcétera. Por lo demás, es un material que utilizamos para “soluciones parche”, ya que, por naturaleza, es un material destinado a ser desechado en un período corto, ya que sus componentes se van deteriorando con el tiempo. Esto significa que la instalación tiene un tiempo acotado de exhibición y que también va modificando su apariencia.
-¿Qué puedes contar de la manualidad que implica el trabajo con masking tape?
-Es un trabajo que exige mucha paciencia y perseverancia, el gesto de hacer el rollito de masking es muy mecánico; hago un rollito y lo pego, y así puedo estar horas formando texturas sin darme cuenta del tiempo invertido; es algo muy automático que permite desconectarme de todo. Lo que en un principio es una acción muy simple de hacer, formar el rollito de masking, se va tornando cada vez más difícil y agobiante, al hacerse repetitiva e interminable. Se van sintiendo las consecuencias en el cuerpo, que manifiesta dolor cada vez que el pegamento tiene contacto con la piel. De algún modo, los músculos son exigidos para lograr formar el rollito y pegarlo a la pared.
-¿Con qué otros materiales has trabajado o te gustaría trabajar?
–He trabajado principalmente con materiales de uso cotidiano y me gustaría seguir indagando en esta área. También me atraen los materiales caducables, que van modificando su estructura o composición con el tiempo.
-¿Tiene algún nombre la obra? Por cierto que da la idea de una mancha orgánica y no cuesta mucho asociarla con un panal de abejas o de avispas.
–La verdad es que no pensé en un nombre para esta obra, tiene tantas lecturas que sería encasillarla.