Cristián Galaz: «En el Chile de hoy Víctor Jara estaría resistiendo junto a todos nosotros»
Por Héctor Muñoz
El realizador audiovisual Cristián Galaz, un testigo de primera línea en el Chile de los años 80, transmite entusiasmo por estos días. “Estoy en varios proyectos pero, hoy por hoy, es el momento de trabajar en la Fundación Víctor Jara”, declara luego de haber concretado un insistente anhelo de todo su entorno: reabrir durante tres días las puertas del Estadio Víctor Jara para celebrar los 85 años del nacimiento del creador nacional con cuatro conciertos unidos bajo el título “El derecho de vivir en paz”.
Cristián Galaz, con estudios de filosofía y periodismo, dirigió en dictadura medio centenar de documentales del programa Teleanálisis, una especie de televisión alternativa que se podía ver en los más diversos encuentros culturales y políticos, y luego fue el realizador de recordados videoclips de Los Prisioneros, Jorge González, La Ley, Inti-Illimani, Illapu y Carlos Cabezas. En la actualidad es director ejecutivo de la Fundación Víctor Jara, proyecto en el que está volcando toda su experiencia: “Esto me tiene la verdad muy contento. Es un gran desafío porque todo lo que hacemos parece poco por la magnitud de la tarea, pero al mismo tiempo está lleno de recompensas enormes. Es un gran honor poder hacer este trabajo, un verdadero privilegio”.
-La Fundación Víctor Jara estuvo en relativo silencio por largo tiempo. ¿En qué pie se encuentra en este momento?
-Fue un silencio impuesto mediante la clausura del Galpón Víctor Jara, que produjo un vacío económico y de gestión difícil de remontar. Sin embargo hoy, después de un 2016 dedicado a la reorganización, podemos decir que estamos recuperando nuestros espacios. Tenemos una nueva casa que estamos empezando a habitar y estamos en una campaña para rescatar el Estadio Víctor Jara para la cultura, las artes y, sobre todo, para la memoria. Estamos más vivos que nunca y con el entusiasmo a tope.
-¿Cómo evalúas el primer ciclo de conciertos en el Estadio Víctor Jara después de tanto tiempo?
-El 27 abril de este año hicimos un acto simbólico de limpieza del pasaje del estadio y de apertura de sus puertas, que llevaban nueve años clausuradas. Así comenzó esta campaña de rescate del estadio. Hace muy poco, para el cumpleaños 85 de Víctor, hicimos cuatro conciertos con artistas enormes como Illapu, Bloque Depresivo, Inti Illimani y Los Vásquez. El resultado fue notable, el estadio volvió a cobrar vida y poco menos de cuatro mil personas asistieron a esos conciertos. Esto demostró que el estadio puede volver a ser un lugar de encuentro para los ciudadanos y nos da fuerza para continuar con esa línea de trabajo.
-En este nuevo escenario de la Fundación y la cultura chilena, ¿qué estrategia seguirán para reponer la figura de Víctor Jara a la altura que corresponde?
-No pensamos en una altura adecuada sino más bien en una diseminación de la semilla de su legado en tierras fértiles. Esas tierras están en los rincones de Chile, allí donde la cultura oficial no se ha implantado con todo su poder, son los rincones en donde el poder no alcanza a nublar las conciencias. Allí queremos estar, en regiones, poblaciones, en los márgenes de Chile. Y por supuesto también en los espacios de resistencia, como los sitios de memoria, el Estadio Víctor Jara y tantos otros.
-La Fundación por fin tiene un nuevo espacio. Cuéntanos cómo se gestó.
-Estamos ahora en Almirante Riveros 067, muy cerca de Plaza Italia. Es una casa ideal para la actividad de difusión y también para albergar nuestro archivo histórico. Esta casa es fruto de un trabajo de cinco años con el Ministerio de Bienes Nacionales y que con la ministra Nivia Palma ha tomado cuerpo y realidad, dada yo creo, su estrecha ligazón con el mundo de la cultura, las artes y la memoria. Esperamos por tanto estar a la altura del desafío y hacer de ese espacio un lugar que convoque y acoja a la ciudadanía.
-A principios de 2018 la Fundación Víctor Jara cumple 25 años de vida. ¿Cómo esperan celebrar ese primer cuarto de siglo?
-Tenemos una seria de actividades en producción. Por ahora nada que se pueda anunciar, pero esperamos tirar la casa por la ventana, como se dice.
-Fuiste parte de la Primera Marcha por las Culturas, las Artes y el Patrimonio. ¿Cómo observas lo que está pasando en Chile en el conjunto de esos aspectos?
-La cultura, las artes, el patrimonio cultural son aspectos de un territorio mucho más amplio que nos sitúa en una actitud de resistencia. La disputa por ese territorio cultural hay que entenderla en este mundo globalizado en donde lo individual se opone a lo colectivo. En ese sentido el individualismo va ganando esta disputa cultural, no cabe duda. Por eso se requiere una actitud de resistencia cultural. Los artistas, trabajadores de la cultura en general, defendemos lo colectivo, lo social contra lo individual. Sabemos que los problemas de cada cual son los problemas de todos nosotros y que requieren una solución que encontraremos entre todos, de lo contrario no será una solución sino la profundización de nuestros problemas individuales y colectivos. Es por eso que esta disputa también se da en el marco de la creación de un nuevo Ministerio de las Culturas y el Patrimonio que está dejando la sensación de que se ha buscado una solución individual a los problemas del arte y las culturas, cuando lo que debemos hacer es construir un camino entre todos.
-¿Qué crees que pensaría Victor Jara si le hubiese tocado vivir en este momento de la historia y la cultura chilena? ¿En qué parada lo encontraríamos?
-Estaría resistiendo, no cabe duda, junto a todos nosotros, como lo hace Joan Jara y como pretendemos hacerlo desde la Fundación.
Fotografías: Graciela Salinas, gentileza de la Fundación Víctor Jara