Condemarzo: “Este bloqueo cultural tiende constituir una chusma acéfala”
Aunque proviene de la escritura, Condemarzo se ha hecho visible cada vez más en la escena del arte acción, particularmente en Concepción, donde ha formado una dupla creativa -y también “amorosa”, según sus propias palabras- con Huachistáculo, relación de la que han nacido ya dos versiones de Fenómenos para Anormales (FPA), donde conviven en singular armonía karatecas, cantantes de boleros, artistas de la declamación, amantes de las prácticas arcaicas, artistas degenerados, travestis, etcétera. “No hay límite para todo aquel espíritu errante que, por lo menos un día al año, quiera explotar frente al público”, dice su manifiesto.
-Condemarzo, ¿cómo evalúa y qué destacaría de la segunda versión de Fenómenos para Anormales?
–FPA es, ante todo, una confluencia de distintos tipos de experiencias que parten desde una autoconstrucción y de una convicción personal del status del arte en general que influye la creación propia. Esta convicción por lo general confluye en una disidencia de las facturas estéticas tradicionales. En una segunda instancia esta convicción disidente, lo que hemos querido configurar como “paranormal” se vuelca necesariamente en una voz política en el sentido ideológico pero sobre todo práctico. En una tercera instancia obedece a intentar rearticular distintas voces y estéticas en un sentido poco convencional pero sí transversal, humano y hermano. En una cuarta instancia comprende un acercamiento del juicio estético, del discurso y del proyecto artístico en una simbiosis con el público. Y ya en una quinta coacción propone que lo entregado en cada encuentro pueda ser devuelto hacía FPA en las narraciones propias de la experiencia estética del público, ya sea en el comentario, la crítica, la entrega de ideas o las repercusiones que pudiera tener en otras instancias. Desde ese punto de vista esas cinco ideas generales, que son la base del proyecto, se han suscitado progresivamente hasta lograr, en esta segunda convocatoria, ver como estos puntos iniciales se pueden ir concretando y cumpliendo con creces y por sobre todo las expectativas. Bueno, la primera vez que nos juntamos con el padre de Huachistáculo a diseñar la propuesta nos preguntábamos después de ciertos vinos, cómo se vería esa bonita interacción pero con gente que fuera a verla. Parece que así fue.
-¿Cómo definiría el rumbo que ha ido tomando este proyecto y qué pasos vienen ahora? ¿Es efectivo que harán una versión en Temuco?
–El proyecto ha ido creciendo casi automáticamente tanto en asistencia de público cuanto en convocatoria de los artistas invitados. Hay algunas tentativas de hacer mini encuentros o Fenómenos Express, estimar una convocatoria abierta y las itinerancias, que es algo que sería de mucho agrado y que es también uno de los objetivos originales: trasladar la comunidad de los fenómenos de ciudad en ciudad. Estamos conversando con Temuco. Una de las consideraciones a evaluar es que la actividad paranormal que se ha desarrollado en estas dos sesiones ha sido de una gran calidad en términos de producción, asistencia a los artistas invitados y logística, lo que le ha dado un mayor sentido a la propuesta. La idea es que este sentido pueda trascender hacia otras localidades conservando además la identidad propia del evento.
-¿Qué es lo más singular, talvez lo único, de Fenómenos para Anormales?
–La situación actual de la posición del arte del establishment en nuestro país ha llegado a un punto de decaimiento tal que a veces uno solo puede pensar que no tienen más que dinero para hacer y deshacer. No obstante hay un exquisito acontecer en la escena del arte nacional que parte de una creación no condicionada, mucho más crítica, disidente, autogestionada y propositiva que, incluso, constituyéndose de una manera tan potente, se han posicionado como íconos representativos de nuestro país, tales como Hija de Perra o la Lemebel, tal así que el oficialismo monolítico se ha visto en la obligación de reconocer a viva voz, me imagino que muy a su pesar y subiéndose en el carro final del tren de la victoria. FPA ha podido colorearse de esta multiplicidad y de su transversalidad, incluyendo un afán lúdico, que permite pasar de un manifiesto de la trasgresión político-sexual a un cantante de boleros, desde un Barney Terrorista a un concierto de noise. Se encuentra también el deseo de no transformarse en el spleen ortodoxo de lo que puede ser o no puede ser, integrando además estéticas que provienen y se desarrollan en lo popular por medio de sus diferentes manifestaciones. Estimamos además que otro aspecto que ha generado una identidad propia ha sido la horizontalidad a la hora de trabajar, construir, convocar y convivir con el resto de nuestrxs compañerxs.
-Existe, según su perspectiva, algún tipo de diferencia fundamental entre las prácticas artísticas que se desarrollan en regiones versus las prácticas metropolitanas.
–Existe un montón de diferencias. Nombraré algunas que creo reconocer, que son más evidentes para alguien que llega de regiones a esta capital. Podemos partir por algo muy doméstico pero he escuchado a varios creadores de la capital referir la palabra provinciano como algo peyorativo. No soy de los que cree que el lenguaje genera, en sí mismo, realidades, pero sí que le da un sentido a ella. Las motivaciones de las prácticas artísticas en regiones suelen ser muy diversas y tienen una alta dosis de constancia en la búsqueda de la calidad. Talvez tenga que ver con el sentido freudiano del asesinato del padre y la suplantación de éste, representado por la capital. Me llamó mucho la atención cuando me instalé en Santiago el hecho de que las variantes temáticas metropolitanas, en especial las referidas a literatura, parten en un grueso de obras, desde el yo (que siempre será un punto de partida) pero que además terminan en ese yo y se acaban en el mismo. Debe ser porque, al fin y al cabo, el centralismo genera un microestado de bienestar en la población y, por extensión, en el creador; por ende, lo reivindicativo está resuelto en cierta medida. Hablo del contenido material que rodea la obra incluyendo el espacio de creación. En la capital hay más recursos y hay más espacios. Este espacio no es solo un lugar para agarrar el lápiz, el pincel o la partitura, tiene que ver además con instancias de pertenencia, identidad y colectivización. Talvez por lo mismo el sentido de urgencia en regiones queda en suspenso y hay todo un tiempo para abocarse a la obra. Está el despliegue comunicacional además que en el centro metropolitano se hace más fluido y hay, por decirlo, escenas constituidas cuyo traspaso de información, aparte de las redes sociales, es más inmediato gracias a las personas que lo constituyen, lo que es muy positivo. En regiones el boca a boca es fundamental y sobrevive a la convivencia y al bloque centralista. El entorno social, económico, cultural y natural es otra gran diferencia entre las distintas prácticas y que en muchos casos obliga a que la creación se manifieste de lleno sobre aquello. La desertificación en el norte, la catástrofe en el norte sur, el aislamiento del extremo austral, el hostigamiento policial en la wallmapu, el exterminio de razas, la persecución política, la exclusión y discriminación considerables de las disidencias sexuales no patriarcales forman parte íntegra de la creación casi de un modo natural, que obligan al artista a trasladarse desde el lugar seguro del Yo hacia un espacio más trascendente.
-En vista que usted viene desde la escritura y ha derivado hacia la transdisciplina, ¿cuál es la importancia que le da a este tránsito?
–Existe un interesante estudio que tiene Alexis Figueroa de ediciones LOM en torno a las poéticas de desplazamiento medial de algunos autores de Conce en el que explica de mejor manera esta traslación. Creo que la poética en su forma esencial es en sí transdisciplinaria. Ahora bien, en mi caso tenía que ver además como se puede instalar el texto de una manera menos convencional para públicos, a su vez, poco convencionales que me interesaba abordar (cárceles, centros comunitarios, colegios, bares, agrupaciones políticas, plazas, etcétera) a los que un libro o una lectura clásica no les iba a entregar mucho sentido en su propia experiencia estética. Así se fue abordando un personaje que partió desde la acción poética y que ha pasado por otras disciplinas. Ello además ha sido posible gracias a los compañeros de camino que me han permitido experimentar la creación en otros formatos tales como la música, la fotografía, las artes mediales, la performance y otros que a uno lo enriquecen en inspiración por su divina factura tales como la colectiva Tres Mujeres Nueva-Mente, el Taller Mano de Obra, la Julia Antivilo, la Irina, el Puto Josercalo, el mismo Conejo Huachistáculo, la Che de los Gay, la obra de la Zaida González, entre otros que son una materia viva incandescente.
-¿Qué opina del actual ministro de Cultura y de la gestión cultural del Estado en estos últimos años?
–Este y todo ministro de Cultura me interesa muy poco. No por su persona, de la cual he recibido dos o tres comentarios negativos, aunque me imagino que debe tener también virtudes con las que, creo, tampoco podrá resolver nada. Es bastante demencial darse a creer que la unción de un tal o cual ministro puede hacer algo por el desarrollo del arte y la cultura del país, porque sencillamente este estado sucursal de transnacionales y en vías de extinción, nada puede y quiere hacer. Lo mismo para Eyzaguirre, Del Piano y el tipo que le siga en Educación. La gestión de estas personas solo puede desarrollarse en la continua práctica de la manutención del establishment por intermedio de la casta (no clase) político-económica que nos gobierna, que nos seguirá gobernando y que, como si fuera poco, nos tiene en un constante secuestro y bloqueo cultural que tiende hacia la constitución de una chusma acéfala. Esta especie de solución final, es una práctica antigua y una fórmula que da tremendos dividendos. No sé si alguien que se aprecie de serio puede aceptar el cargo de ministro y creerse tal cuento, en consideración a las migajas que recibe su cartera, el tratamiento denigrante que se tiene hacia los artistas desde la institucionalidad, los que ni siquiera pueden cotizar o tener una jubilación digna, tomando en cuenta, además, que la principal política de desarrollo de las artes es el concursismo barato y, por sobre todo, que ejerza sus funciones sobre la plataforma de una paradoja espacio temporal que las mentes más brillantes del país aún no han podido resolver ¿Cómo sucede que existe un ministro, pero no hay ministerio? En palabras de la brillante filósofa azteca Yuri: un rey sin su corona, no puede ser un rey.
-¿Cómo ha sido su relación creativa con Huachistáculo, un ícono del arte acción en Concepción?
–Nuestra relación va mucho más allá. Somos amantes desde hace mucho tiempo. Lo nuestro no es una creación sino que una enfermedad de transmisión sexual producto de la zoofilia travesti.
Fotografías: Rosario Cobo