Compañía Experimental I.D.E.a celebró el Día de la Danza en la Perrera Arte

Como un tributo al recién fallecido Capitán, el eterno guardián de la Perrera Arte, y a su propio trabajo de 15 años de labor independiente, describen las integrantes de la Compañía de Danza Experimental I.D.E.a el breve ciclo de tres funciones que realizaron en la factoría artística del Parque de los Reyes para celebrar el Día de la Danza.

«Ya no es lo mismo sin Flori y sin Capitán. Pero su esencia esta allí, lo animal de ellos y lo animal de la danza convergen en el amor que llevamos entre Perrera Arte e I.D.E.a», dice la coreógrafa Beatriz Alcalde, recordando a la pareja de perros protectores de la Perrera, que durante años fueron testigos del esfuerzo artesanal de esta agrupación de danza conformada casi exclusivamente por mujeres, quienes en más de una oportunidad tuvieron que lidiar con el exceso de celo, la ferocidad y la ternura orgánica de los recordados mastines.

La muestra de I.D.E.a comprendió solo tres días, en los cuales repusieron y adaptaron a las nuevas circunstancias del espacio escénico, que en estos momentos incorpora el gabinete de pintura de grandes dimensiones del artista visual Héctor León, la obra «Memoria en los cuerpos», la retrospectiva con que I.D.E.a celebró este verano sus tres lustros de existencia, la cual incluye fragmentos de una veintena de piezas, buena parte de las cuales fueron estrenadas en la Perrera Arte, lugar de exhibición habitual de la compañía de danza desde 2010, cuando debutó en la maestranza artística con «Tusolus@mecun.cl».

«Nos gusta celebrar el Día de la Danza en la Perrera. Siempre ha sido un lugar que, sin ningun prejuicio, nos ha aceptado con nuestra experimentación, pasion e intensidad», dice Beatriz Alcalde, quien cuenta que en esta oportunidad se incorporaron dos nuevas bailarinas al elenco de 20 intérpretes.

Esta fue la última presentación de la temporada 2016-2017 de I.D.E.a ya que ahora viajarán a su claustro de Amereida, Ciudad Abierta de Ritoque, para planificar su próximo trabajo, que llevará por título «Tul». «El tul es la tela que siempre se ocupó en la danza clásica y no clásica también. Ha tenido una evolución, ya que muchos coreógrafos contemporáneos siguen jugando con los tules en sus obras. A mí personalmente me gustan muchos los colores de esta tela en escena, ya que, siendo una tela tan rígida, tan dura y tiesa, se hace ver tan débil y aérea. Es una tela hipócrita y se transforma constantemente. Es una tela artística», dice entre risas Beatriz Alcalde.

La coreógrafa agrega que, por esas coincidencias de la vida y luego de buscar un buen rato, ya llegó a sus oídos la música que utilizarán en este trabajo: se trata de «Credo», del compositor estonio Arvo Pärt (1935), una pieza que se desarrolla desde el «Preludio en do mayor» de Johann Sebastian Bach (1685-1750), obra que precisamente la compañía I.D.E.a acaba de utilizar en el tríptico «Hay que caminar soñando». «Esa música me la dieron en bandeja, quizás fue Capitán, coincidió con su fecha de fallecimiento», dice Beatriz Alcalde, recordando la capacidad de lobby poético y celestial que siempre evidenció el apuesto galgo.