Clarita Yáñez en la Perrera: “Que quede claro, no creo que yo haga arte”

Por Josefina Márquez

Sostiene que cuerpo y alma transitan por caminos diferentes. Agradece entonces a sus ancestros -comandados por su padre, el legendario pintor, crítico y escritor surrealista Juan Emar (1893-1964)- por haberle dado un body sano y vigoroso, pero admite no saber con precisión de dónde viene su espíritu.

A los 84 años, Clarita Yáñez Rivadeneira está en la edad precisa para emprender nuevas aventuras, mal que mal pasó harto tiempo buscando oro en California, y así lo hará desde el próximo miércoles 5 de octubre, cuando se inaugure en el Centro Experimental Perrera Arte la primera exposición de esta pensadora y creadora visual avecindada en Contuy, comuna de Queilen, en la grandiosa isla de Chiloé.

Un total de 35 obras -entre las que se incluyen dibujos, acuarelas, esculturas, objetos, instalaciones y un video documental testimonial- serán parte de esta muestra, que ha sido producida por largo tiempo, años incluso, ya que Clarita Yáñez se ha resistido a exponer sus trabajos, de un notable valor patrimonial, porque, como indica en este video, no se considera artista.

“No creo que yo haga arte, yo hago huevás para entretenerme. Que quede claro. Me carga que me pongan nombres”, repite desde la comarca que habita, donde además está construyendo una pequeña capilla, en la que se dispondrán en el futuro sus creaciones, entre las que abundan ángeles, pájaros, peces, juguetes de madera, lagartos e, incluso, el mismísimo Cristo en la cruz, aunque ella no es católica ni nada que se parezca. “El cristianismo es la religión más castigadora y traumatizante del mundo”, afirma.

Esta exhibición sorprendente y única, que permanecerá abierta hasta el domingo 30 de octubre de 2022, es el broche de oro del vigésimo séptimo aniversario de Perrera Arte.