Kynica, la mordedura gráfica: punketas, cínicos y linyeras penquistas en la Perrera

Instalar un gesto lúdico a través de la materialidad gráfica fue la propuesta de los cinco artistas visuales de Concepción que presentaron la muestra “Kynica, la mordedura gráfica” en el Centro Experimental Perrera Arte. Se trató de los integrantes del taller Pelantaro Anton Gacitúa, Paulo Cuello, Cristóbal Aguayo y José Pedreros, quienes en asociación con Francisco Palma, del taller Falucho 41, desplazaron la fuerza y tradición del grabado penquista a la capital.

El nombre de la exposición surgió a partir de una lectura contemporánea de los pensadores cínicos, según explica Francisco Palma, quien es sociólogo de profesión pero que, desde los 14 años, se formó en estos talleres de arte independiente característicos de la Octava Región. “La filosofía cínica, palabra que en su etimología proviene del griego y deriva del sustantivo perro, más que una escuela de pensamiento era una actitud ante la vida, una manera del cómo hacer; más allá de la búsqueda de una verdad universal, es una metodología para llegar a la libertad. A través de una estrategia irónica y sátira, la burla de los cínicos devela, despierta una enseñanza que sobrepasa el contenido cotidiano de la vida”, dice el grabador, que también firma como Anteo.

El perro fue uno de los íconos recurrentes en esta colectiva inspirada en Diógenes de Sinope (412-323 AC), el filósofo que peregrinaba buscando seres honestos y que habitaba en cualquier tonel o tinaja rodeado de canes sin amo. “La xilografía genera un rasguño, una violentación o, en este caso, una mordedura sobre un material, homologándola a la mordedura discursivo/práctica de la tradición griega. Es por ello que hemos volcado nuestra mirada al animal, al humano anómalo, a los vagabundos, linyeras, punketas, prostitutas y travestis, a las niñas y niños perversos polimorfos, a lo callejero, a lo hibrido”, resume Anteo.

Imagen principal: Francisco Palma