Becerro presenta su nueva línea a la carta: “¿Qué es la vida sino textura y color?”

Por Pablo Asenjo

Cuenta que en su infancia veía las bandejas “como juguetes futuristas”. Cautivado de seguro por esas líneas de estética industrial que abundan en los hogares del planeta entero, Antonio Becerro no ha parado de acumular platos y piezas de mesa y cocina de los más variados materiales y estilos. Sin embargo, en el último tiempo, esa búsqueda parece haber encontrado un verdadero manantial en algunas tiendas especializadas que traen vajillas con muy poco uso y de muy digno origen. Para el segundo encuentro de gastronomía Cocinas del Pacífico, realizado en enero en Bahía Inglesa, el artista visual intervino varias de esas bandejas con sus característicos motivos caninos y ahora vuelve a la carga con una nueva batería de obras que exhibirá hasta el 30 de septiembre en el restaurante Kinsa del barrio Bellavista, exposición que lleva por nombre “Sabores a la carta”.

-¿Cuáles son las principales novedades de esta línea de mesa en relación a la exposición que realizaste en el verano en Bahía Inglesa?

-Estoy rescatando dibujos originales míos, muy antiguos y deteriorados. No tenían copia hasta hoy. Son los dibujos originales con los que pinté los cielos de la Perrera para la exhibición “La Sixtina de los perros”, exposición con la cual se inauguró la Perrera Arte. Esa vez pinté los cielos al fresco y se ven como perros perdidos flotando en busca de su cielo, perros ángeles, cinocéfalos. Son parte de mi material imaginario de 1995. Junto a ello, la selección de las bandejas ha sido un descubrimiento. Son objetos encontrados y seleccionados por su textura, color, materialidad en función del stencil y de la estética de los nuevos diseños.

-¿Con qué olfato, gusto o criterio realizas la elección de las bandejas a intervenir?

-Algo tienen las bandejas de horno usado. El tizne, la quemadura, la historia de lo que se cocinó allí le da un valor a la mancha, a las capas de sabor que se funden con fuego. Pero también la bandeja nueva tiene lo suyo. Me gusta lo industrial, el brillo, los dibujos y diseños que hacen las máquinas, pareciera que fueron creados para el stencil. Perros en un cielo de metal. El contrapunto de lo añejo y lo nuevo en el valor del arte, el privilegio del objeto usado y el goce de la pieza única. Como dice Justo Pereira, el maestro de la resinas, “¿qué es la vida sino textura y color?”.

-Considerando los distintos soportes, ¿qué sistemas de impresión y qué tipos de pinturas estás utilizando?

-Algunas bandejas están a medio usar y las compré en una de esas tiendas a las que llegan cubiertos, cristalería y cuestiones varias de una procedencia desconocida, pero al parecer desechadas por algún hotel de lujo o un transatlántico de todas partes del mundo. La cuestión es que funciona bastante bien al estampar el stencil como técnica primitiva, callejera y también como intervención contestataria alterando el estampado de lujo con motivos de perros que a veces parecen pintura rupestre sobre bandeja. Gran mérito en todo esto tiene ese maestro del stencil chileno que es Mauricio Huenún.

-Da la impresión que los trabajos de “Sabores a la carta” te acercan naturalmente a un imaginario más pop.

-Me gusta el soporte bandeja para servir y calentar. Me atrae lo cotidiano del pop: como lo cercano a la gente, como lo inmediato a su imaginario, el abrazo a las cosas. Es decir, la existencia al alcance de su mano. Por lo mismo, el valor de las bandejas es de supermercado de arte, a muy bajo costo, al alcance de los bolsillos de quien quiera decorar su living, el baño, la cocina o su pieza. Estas obras puede ser un buen regalo ahora o nunca. Son piezas únicas. No pierda la ocasión.

-Las líneas de la estética industrial son muy características en los utensilios cotidianos y perduran por años en el imaginario individual y colectivo. ¿Qué te llamaba la atención de esas líneas en tu infancia?

-Para mí eran como juguetes futuristas.

-Para esta muestra vuelves a trabajar con los chefs Sebastián Salas y Áxel Manríquez, ¿cómo describirías la relación profesional que existe entre ustedes?

-Es interesante como la gente se busca y arma proyectos por afinidades culturales y gustos similares. Sin postulación, sin concurso, y más encima hoy por hoy, cuando la desconfianza tiene aires de profesionalismo. Áxel y Sebastián, incluyendo además a Adolfo Torres, son artistas de la cocina y tienen una energía similar a la mía, que va desde la creación a la producción, pasando por la gestión de la colaboración. Una energía contagiosa y trabajólica pero amable, con ganas de juntarse a compartir sin atados un plato, una mirada, un vino. Para esta exposición, que lleva por nombre “Sabores a la carta”, se ofrecerán tragos y platos con nombres que aluden a la metáfora de la relación entre el perro y el hombre, por ejemplo: “Amores perros”, “Perro negro” y, por cierto, Capitán. En los platos destacan “Perro caliente”, “Perro del hortelano”, el que no come y no deja comer, y el clásico “Perro muerto”. De hecho habrá rebajas en los valores para que los comensales disfruten más de un trago.

-¿Qué tal exponer en un restaurante?

-Creo que es importante exponer en estos espacios de relajo y junta. Es fundamental estar suelto, da para imaginar divirtiéndose, creando proyectos. De lugares como los bares nacen las grandes ideas y los aportes al debate.

Coordenadas

Qué: Exposición “Sabores a la carta”, línea de mesa, cocina, baño, living y escritorio de Antonio Becerro

Cuándo: La muestra permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre

Dónde: Restaurante Kinsa, Constitución 140, Providencia

Chef ejecutivo: Sebastián Salas

Reservas: 229550000

Descuento Club La Tercera.