Antonio Becerro: «Ha quedado un vacío. Chiloé no será lo mismo sin Renato Cárdenas»
Por Héctor Muñoz / fotografías: Gilberto Cartes
No era difícil dar con Renato Cárdenas en la ciudad de Castro. Bastaba subirse a un colectivo en el centro, dirigirse a la población Pablo Neruda y preguntar dónde vivía. Los conductores llegaban de memoria a la casa de este historiador, lingüista y poeta chilote. Residía frente al cementerio y su propiedad no tenía cerco, bastaba entrar por un sendero de pasto largo y dialogar con los gatos que habitaban a la entrada para ver de inmediato en el dintel de la puerta al sabio de la isla.
Con apertura de mente y corazón, Renato Cárdenas invitaba a entrar a todo el mundo, en algunos veranos eran decenas de peregrinos los que pasaban por su hogar, donde al calor de un fogón sus amigos y recién conocidos podían conversar horas y horas en una mesa donde nunca faltó la mejor y más sencilla comida preparada por un anfitrión que sabía los secretos del cielo, la tierra y el mar.
En la mañana de este jueves 14 de abril ha partido, recién a la edad de 73 años, Renato Cárdenas, quien dedicó toda una vida a investigar las profundidades del archipiélago que lo vio nacer y que habitó como maestro. «Chiloé ya no será lo mismo sin Renato. Su adiós deja un forado enorme en la memoria de la isla, un tremendo vacío que no sé si podrá ser cubierto por los que quedan en pie», señala el artista visual Antonio Becerro. «Pero el sentimiento de liberación que conlleva la muerte ayuda a soportar la pena. Yo alcancé a despedirme de él por teléfono gracias a la generosa mediación de Carolina Strmelj, su actual pareja, pero fui torpe y no pude decir nada de lo que realmente sentía, me quebré», agrega el también director ejecutivo del Centro Experimental Perrera Arte.
Becerro enfatiza que el deceso de Renato Cárdenas debe ser precisamente un impulso para conocer y difundir su obra, compuesta por más de 40 libros y valiosas reflexiones en los guiones y libretos de numerosos capítulos del programa de televisión «Al sur del mundo», así como en innumerables artículos en medios de prensa escritos y sorprendentes relatos en espacios radiales de distintas épocas.
«Lo mínimo es que una isla, una calle o un centro cultural de Chiloé lleve sus nombre. Exigimos a las autoridades de cultura que tengan visión y lucidez para dimensionar la impronta de un intelectual de viejo cuño comprometido con el destino de los suyos», agrega Becerro. «Nadie como él para hacer volar la imaginación de los chilotes y chilenos, nadie como este brujo y mariscador de orilla -como se hacía llamar- para levantarnos del suelo, para hacernos flotar y transitar por los estados que de seguro ahora está recorriendo», concluye el artista visual.
Fotografía principal: Renato Cárdenas junto a Antonio Becerro en Calen

El periodista Patricio Olavarría, editor del más reciente libro de Renato Cárdenas, La comarca encantada, cree que este último trabajo es también una especie de carta de despedida del pensador del archipiélago. «Esta obra es el fiel reflejo de una vida dedicada con pasión a la historia profunda de Chiloé. Estas crónicas y relatos del universo chilote desde sus orígenes hasta el siglo XXI, hablan de un hombre que llevaba en su alma la sabiduría ancestral como también la rigurosa escritura del investigador. Es un libro bello que nos ilustra y nos abre los ojos y el corazón», resume el profesional.
La comarca encantada se une a la larga lista de publicaciones de Renato Cárdenas, entre las que destacan: Décimas y corridos de Chiloé (1977), Poemas para enamorar a una muchacha (1991), Diccionario de la lengua y de la cultura de Chiloé (1994), Manual del pensamiento mágico y la creencia popular (1985) y El libro de la mitología de Chiloé (1998), Botánica de la cotidianidad (2006), en coautoría con Carolina Villagrán, y Chiloé contado desde la cocina (2008), en coautoría con Lorna Muñoz.