Antivilo: «En 1973 tenía 9 años y le disparé a un helicóptero con un fusil imaginario»

Cuesta que Daniel Antivilo suelte la pepa. Acostumbrado a los personajes de villano en cuánta producción cinematográfica, teatral o televisiva se realiza en Chile en el último tiempo, el actor responde con monosílabos y hay que atrincarlo un poco, ponerlo contra el sillón, para aflojarle la lengua. Como acaba de remecer a la audiencia de la Perrera Arte con su rol de campesino apocalíptico en «La guerra del agua», de la actriz Nathalia Aragonese, decidimos apretarlo un poco.

-¿Preparado, Antivilo?

-Antes de comenzar con este interrogatorio, quisiera decirles que los odio.

-¿Por qué decidiste participar en el proyecto de Nathalia Aragonese?

-Por compromiso, por historia.

-¿Cuándo Daniel Antivilo descubre que es actor?

-De joven, junto con mis amigos del barrio, formamos un centro cultural. Ahí descubrimos el teatro.

-Tú estudiaste teatro en el desaparecido Instituto Superior de Arte y Cultura Bertold Brecht a fines de los años 80. ¿Antes alcanzaste a realizar algún trabajo artístico en dictadura?

-El 11 de septiembre de 1973 tenía nueve años y le disparé a un helicóptero con un fusil imaginario. Vivíamos en el barrio Manuel Rodríguez; mi madre me entró a golpes (a la casa) y cerró la puerta. Sí, (en dictadura) realicé obras de teatro de creación colectiva con los amigos del barrio.

-Por tus características físicas, tu apellido se repite como el hombre del pueblo en muchas producciones. ¿Cuál es a tu juicio el artista que ha ido más lejos en la representación del sujeto popular en Chile?

-Manuel Rojas tiene unas novelas de película.

-¿Coincides en que, si hubieses tenido la edad en ese tiempo, de seguro le habrías peleado el rol a Nelson Villagra en «El Chacal de Nahueltoro»?

-Bonito Nelson y su hermano Pedro Villagra, saludos para él y su compañera Violeta Vidaurre.

-De los grandes secundarios o actores de carácter que ha dado el cine mundial, ¿quién te llama la atención?

-Bette Davis, (Marcello) Mastroianni, Anthony Quinn, Vittorio Gassman, Richard Burton, Marlon Brando. En dictadura, la televisión mostraba buenas películas y también vi obras de (Pier Paolo) Pasolini en el cine.

-¿Cómo observas la escena cultural en Chile?

-Hay mucha gente trabajando; buenos directores, dramaturgos, poetas guionistas, actores. Falta apoyo, difusión y una conexión más amplia con el público.

-¿Qué personaje histórico te gustaría representar en el cine?

-No sueño con roles por hacer.

-Da la impresión que, además de actor, Antivilo tiene otras facetas artísticas. ¿Hay algún proyecto secreto por ahí del cual se pudiera adelantar algo para el selecto público de la Perrera Arte?

-Embalsamar a los generales golpistas y quemarlos en la Perrera.

-Parece que el villano en la televisión o en Chile en general está asociado al personaje más marginal. ¿No sería bien visto un villano cuico?

-Sí, eso es cierto, pero existen proyectos como «El señor de la querencia» o «Secretos en el jardín» donde aparecen más de un parcito de esos malvados y malvadas.

-¿Crees que la televisión te podría convocar para representar a un correcto padre de familia burguesa o a un orgulloso militar?

-Por supuesto. Si me ofrecen un rol, lo hago, es mi trabajo encarnarlos.

-¿Cómo percibes el elenco de «La guerra del agua»?

-Preciosos seres humanos compartiendo un espacio donde se respira libertad y se escucha el silencio.

-¿Algo que agregar?

-Me siento como un criminal al que han obligado a confesar un crimen que no cometió. Nos vemos desgraciados.

Fotografías: Katherine Vergara y Caiozzama