Ángelo Pérez: «Carlos Leppe era un gigante creativo, una bestia del saber global»

Por Héctor Muñoz

Ángelo Pérez se ve excitado con el regreso a Chile desde Suecia. Se mueve en taxi entre la casa de su madre, en Estación Central, y la Perrera, de regalo trae un ponche recién preparado por su vieja, contrata un camión para acarrear objetos encontrados no sé dónde, involucra a todos sus socios de antaño en el proyecto, parte rápido al taller de Nelson Plaza para realizar unas impresiones, cuenta que Mario Soro quiere hacer una intervención a la entrada de su exposición, responde a las llamadas de su productor y de su mujer finlandesa, y dirige el montaje con autoridad, señalando las zonas que ocupará, las múltiples cosas que reutilizará y lo poco que dejará fuera.

Angelox vuelve a la Perrera Arte catorce años después de la muestra colectiva “La literalidad del nombre”, en la que expuso con Andrea Urzúa, Mónica Rojas y Waldo Cañete, y que fue curada por su maestro Carlos Leppe, a quien precisamente dedica “Mestizo”, su nueva exhibición.

-¿A qué responde exponer hoy, en 2016, en Chile y en la Perrera?

-Para mí la Perrera Arte es un respetable centro cultural experimental que representa la gran plataforma para los artistas alternativos y experimentales de Chile. Este espacio artístico conecta con el discurso que busco expresar con mi trabajo, la carga política de este lugar que ha trabajado a pulso su nombre y su solidez me identifica y me hace sentir parte de esta familia que lucha por mejores oportunidades para los artistas serios y potentes que están a la deriva. Además de reencontrarme con mi gente después de muchos años. Este es el lugar perfecto para realizar un montaje reflexivo sobre nuestra realidad latinoamericana desde la perspectiva de un emigrante en la Europa escandinava. Mi intención es mestizar dos realidades sociopolíticas y culturales.

-¿Qué recuerdas de tu primera exposición en la Perrera en 2002?

-La verdad es que fue muy emocionante. Recuerdo que estábamos terminando el postgrado de la Universidad de Chile y se nos prometió una muestra en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), la cual después no se cumplió “porque no estábamos a la altura del lugar”. Yo estaba con tremendas ganas de hacer igual una muestra y mi gran amigo Waldo Cañete me habló de las postulaciones de proyectos. Quedamos seleccionados en la convocatoria de la Perrera y me enamoré del lugar. Quería una revancha frente a los que nos rechazaron el trabajo desde la Facultad de Arte de la U. Empezamos a hacer todo de forma independiente y sin esperar más aprobaciones y venias, pero sí muy agradecidos del apoyo de los profesores Nelson Plaza, Mario Soro y Guillermo Machuca, que no era menor. En ese momento estaba muy metido en publicidad y trabajaba con Carlos Leppe, al que conocí por Fernando, un amigo publicista. Estábamos realizando un comercial de Calzados Guante y Leppe nos ayudó harto en la logística, le gustó mucho la idea del montaje. Se armó un gran equipo con la confianza de Antonio Becerro, la crítica de Justo Pastor (Mellado) y la prensa de Guadalupe. Creo que fue un momento inolvidable, pero de mucha lucha y trabajo, incluso nos nominaron al premio Altazor. Con Leppe habíamos trabajado en publicidad, pero hacerlo en arte fue muy importante. Esa muestra fue todo un éxito, nos entregó muchas satisfacciones y constituyó un gran aprendizaje.

-¿Cómo describirías a Carlos Leppe y qué papel jugó en tu carrera?

-Leppe primero que todo era un gigante creativo, una bestia del conocimiento global, un genio en las ideas y conceptos de dirección de arte y, para mí, un profesor y gran maestro. Cuando nos conocimos yo no sabía quién era, así que no lo vi con gran admiración como ahora. Eso me dio la libertad para hablar sin prejuicios, siempre estábamos conversando de publicidad y de arte largas horas, días y días, a veces dejábamos de lado la pega porque nos enrollábamos en diversos temas. Además él fue muy importante en la decisión de ir a vivir fuera de Chile. Yo también le ayudaba en cuestiones domésticas como organizar su casa y replantear los espacios: él acumulaba mucho y a mí me gustaba ordenar sus cosas. Tenía muchísima información de gran valor entre obras de arte, libros y material publicitario, como revistas y documentales. En ese tiempo no había internet, así que todo era tangible. Creo que fue una época fascinante y de mucho aprendizaje, un postgrado permanente. Y cuando juntábamos a Justo Pastor y Waldo para tomar té y conversar de arte era realmente sublime y mágico. Estoy muy agradecido y en deuda por siempre con este gran artista y publicista. Yo no tuve padre, así que Leppe fue como una imagen paternal y me da mucha pena su partida. De seguro hoy me habría ayudado a plantear este montaje en la Perrera.

-El mestizaje obliga necesariamente a la mezcla. ¿Qué aspectos de los europeos nórdicos has decididos integrar a tu vida?

-Yo no sé realmente si una mezcla es mestiza, y hoy estoy más que confundido cuando yo, chileno, conocí y viví con mi mujer de origen finlandés en Barcelona y tuvimos en Estocolmo a nuestra hija e hijo, quienes ahora pertenecen a Aland, una isla entre Suecia y Finlandia que es finlandesa pero donde hablan sueco. Después de esta mezcla yo no sé cuál será su descendencia si mi hija se casa con un inglés o un árabe y si realmente se sentirán pertenecientes a alguna cultura o país en especial. No creo en la pureza, yo más bien creo que la mezcla potencia el resultado de ésta sin necesariamente tener que perder la identidad. Porque si te identificas con varias cosas o varias culturas, sacas lo mejor de cada una y lo incorporas a tu cotidianidad. Se puede acceder a más información cultural que te abre un mundo del cual no tenías idea, así que el mestizaje es una realidad pero tú tienes la libertad de elegir la mezcla que resultará.

-¿Y qué has tomado de los nórdicos?

-El respeto a los más necesitados, ya sea por aspectos sicológicos, físicos o materiales; la tolerancia; su sistema social; su limpieza, y una de las cosas que más me gustan es una palabra: logon, que significa ni mucho ni poco.

-Tú has incursionado profesionalmente en la publicidad. ¿Qué tan favorable o contradictoria es esa disciplina con el desarrollo de una carrera y una obra artística?

En este sentido me siento muy identificado con los constructivistas en su desarrollo de la noción de propaganda y comunicación social. Sabemos que la publicidad es tanto un medio de difusión de conceptos e ideas para la mejora social como un conjunto de técnicas para inducir al consumismo. La publicidad es una herramienta y quien la ocupa decide en qué forma lo hará. En esa línea, para qué hablar de Warhol. Yo gracias a la publicidad he podido experimentar con técnicas y materiales, conocer el sistema de su utilización para no caer en su trampa y sigo pensando que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, así que cada vez que estoy en contacto con la publicidad trato de influir con mis ideas artísticas y cuando estoy con el arte trato de integrar la publicidad. Pero al final con una sola idea, la de contribuir mediante la didáctica y la imaginación creativa a la difusión de conceptos que aporten al desarrollo sociocultural y artístico.

-Tú has integrado muchas técnicas. ¿Cuál es la que te sienta mejor?

-Me gusta mucho mezclar técnicas y objetos materiales y todo lo que pueda provocarme cierta irregularidad en su composición, pero, si tengo que elegir, me quedo con la obras de collage y serigrafía, me encantan los resultados cuando mezclo estas dos, también los objetos escultóricos y las mini instalaciones, pero en realidad me esfuerzo por tratar de hacer siempre cosas distintas, sin caer en ningún formato o técnica establecida, más bien trato de trabajar con ideas y representaciones.

-¿Por qué decidiste que la presentación de “Mestizo” la hiciera Benito Baranda?

-Benito significa mucho en mi vida como hombre, como ejemplo en su lucha y por su tremenda conciencia social. Cuando yo viví en el Hogar de Cristo lo vi siempre y puedo dar fe de su entrega por los más desamparados. Y no como caridad, sino como un aprendizaje y entrega mutua. Este hombre fue el que me abrió las puertas al conocimiento de la problemática social, pero al mismo tiempo a la esperanza de que vale la pena luchar por esas ideas en las que sueñas, como una sociedad más justa y más consciente de las desigualdades entre las personas para poder desarrollar sus capacidades y talentos. En ese sentido, Benito representa un antes y un después en mi condición como individuo en esta sociedad, pero también es el simbolismo de conexión con el concepto y análisis que busco de los fenómenos estéticos que me inspiran en los sectores periféricos y espontáneos de la precariedad social.

-Tu paso por el Hogar de Cristo y tu historia de vida es conmovedora, por decirlo de algún modo.

-Eso es relativo cuando se mira desde una perspectiva en que creo que tuve muchas más posibilidades que cualquier niño de la calle o de extrema pobreza, ya que en el hogar en que yo viví tuve muchos beneficios, buenos profesores, salud, alimentación guiada por nutricionistas y recreación. Claro, si se mira desde los sentimientos y los afectos, podemos hablar de todos los traumas, frustraciones y resentimientos, pero en conclusión yo me siento más fuerte y capaz de luchar en la vida. Además, mi experiencia es mi capital e inspiración. Como reza el dicho, “lo que no te mata, te hace más fuerte”.

-¿Crees que el arte tiene una responsabilidad social directa?

-No solo lo creo, también lo afirmo y lo sostengo. En mi caso, el arte fue la gran ayuda para soportar la carga de mi situación social, el arte me ayudó a salir adelante, a superar mis miedos y frustraciones, y a transformar mi tristeza en alegría, fuerza y creatividad.

Coordenadas

Qué: “Mestizo”, exposición del artista chileno radicado en Suecia Ángelo Pérez, Angelox

Dónde: Centro Experimental Perrera Arte, Parque de los Reyes s/n, Avenida Balmaceda entre Bulnes y Cueto

Cuándo: Hasta este  jueves 24 de noviembre

Horario: La exposición permanecerá abierta hasta el jueves 24 de noviembre, en horarios de 10 a 13 y de 17 a 21 horas

Visitas guiadas: Teléfono 22-6821092

Muestra familiar, entrada liberada, estacionamiento gratuito.